domingo, 4 de noviembre de 2012

8.- La casa del reloj

En el libro sobre Villanueva del Rosario escrito por José Nateras y Diego Navas y publicado en 1955, hablando de las fincas urbanas propiedad del ayuntamiento, se dice:

Otro edificio (por entonces solo poseía dos, este y la casa grande) situado en la plaza del General Mola, número 1, que ocupa una superficie de 145 m2, compuesto de planta baja, principal y alto, donde está instalado el reloj público. Su valoración total incluido el reloj es de 108.930 pesetas.

Este edificio, inscrito en el Registro de la Propiedad en 1929, hasta su demolición a finales de los 80 sirvió sucesivamente de escuela, casa para maestros, ayuntamiento, vivienda de guardia municipal, juzgado… Tenía un amplio patio con una frondosa higuera.
Fue construido en 1885, por la misma época en la que se construyeron otros grandes edificios como la ‘casa grande’ o la ‘casa del abogado’, ambos en la plaza de España. Como se ve en la fotografía tomada el año 1913, tenía reloj público que sería sustituido por otro más moderno.


Año 1913

En el documento de 1955 que usamos como referencia, al describir los servicios municipales se dice:

Reloj público. Fue instalado en el año 1950 en edificio propiedad del Ayuntamiento sito en la plaza General Mola num. 1, el cual fue bendecido e inaugurado el día 6 de octubre de dicho año. Su valor fue de 33.930 pesetas.

Según estas cuentas, el reloj costó la tercera parte del valor total de la casa. La maquinaria del reloj funcionaba con la fuerza de unas grandes pesas que bajaban hasta la planta baja; cada día había que darle cuerda.

Año 1985


Año 1952 cuando se estaba construyendo la nueva iglesia.
En el centro de la plaza estaba el transformador (la caseta de la luz) que distribuía la electricidad por el pueblo

La construcción actual es de nueva planta, fue inaugurada el año 1991 y reproduce en parte la estructura del anterior edificio. En él están instalados el hogar del jubilado, escuela de adultos, juzgado municipal y la sede de diversas asociaciones. En la espadaña se volvió a colocar la esfera del viejo reloj y la campana que daba las horas.

Cuando el ayuntamiento compró e instaló el reloj público, el pueblo apreció sus beneficios pues no todo el mundo tenía reloj y sus campanadas marcaron durante mucho tiempo los horarios de la vida de los vecinos. Al sustituirse las pesas por un motor eléctrico empezaron los problemas y en la actualidad (hablamos de 1912) ni da las campanadas ni las agujas marcan las horas como es debido.

Casa del reloj  el año 1991

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