Los programas de fiestas, los de agosto y los de octubre, dejaron de ser una relación de comercios y empresarios de nuestro pueblo que se anunciaban previo pago, para convertirse en una revista casi de HOLA o 10 MINUTOS. Incluyeron reinas, saludas del alcalde, pregones, abuelos del año, niños recién nacidos y eventos varios. Eso está bien.
En esta entrada voy a poner las fotografías de los niños que aparecen en los programas de los que he podido disponer. Han pasado años y estos bebés son ya zagales, zagalas, mocitos o mocitas.
Se acabaron los tiempos en los que las familias teníamos media docena de hijos. Ahora uno, dos o ninguno. Somos un pueblo de viejos. Además, ¿dónde están los niños y las niñas? Donde antes jugábamos desde la mañana hasta la noche, ahora no hay más que coches. Estos infantes de ahora, por mor de las maquinitas, se están perdiendo la infancia en la calle, los juegos a lo que sea, la puerta atrancada con una silla y las familias tomando el sol en plena calle. No es añoranza: es un lamento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario