La existencia de numerosos yacimientos
arqueológicos en todo el Alto Valle del Guadalhorce nos permite afirmar que estos fértiles parajes por los que discurren
varios ríos y en los que manan numerosas fuentes estuvieron habitados desde
épocas muy remotas. El yacimiento arqueológico más antiguos de nuestro entorno está
situado en el cortijo Ventorro del Viejo, en los llanos de Salinas, y corresponde al Paleolítico, lo que
confirmaría que hace unos 12.000 años ya existían asentamientos humanos en nuestra comarca. Del periodo Neolítico han aparecido numerosos vestigios: hachas pulimentadas, sílex tallado, huesos decorados y objetos de cerámica.
Ya en tiempos históricos, culturas antiguas como la púnica, romana y visigoda han dejado sus vestigios
diseminados desde la sierra hasta el Brosque, y desde Salinas a los puertos de
Las Pedrizas y Las Fresnedas: el territorio en el que vivimos ha sido desde siempre tierra de paso entre el interior de Andalucía
y los puertos del Mediterráneo.
La historia de nuestro pueblo como grupo de población (es una villa
‘nueva’) se inicia en época muy reciente, con la llegada a principios del siglo
XVII de los primeros pobladores, colonos que se dedicaban a la ganadería y a la
explotación de la madera de sus frondosos bosques. El primer dato del que
disponemos sobre el número de habitantes de Villanueva del Rosario es del año 1639, en el que se dice que
en el partido del Saucedo vivían 10 familias distribuidas en cabañas y
viviendas aisladas, como simples cortijadas, sin constituir un núcleo de
población significativo.
Nateras y Navas en su historia del pueblo escriben:
“La fundación de la actual
localidad se efectuó en los primeros años del siglo XVII. Tuvo su origen en
seis caseríos situados en una realenga dentro del territorio jurisdiccional y
solariego del Duque de Osuna, siendo sus primeros pobladores Cristóbal Navas,
Paula Gómez y Sebastián Pérez Alba y su hermano José, que con sus familias, los
enlaces matrimoniales y la afluencia de otros vecinos de pueblos cercanos,
progresivamente fueron aumentando el primitivo núcleo de población...”
El hecho de que en el año 1760 se dotase al pueblo de una iglesia
parroquial indicaría que ese aumento de población fue especialmente rápido
durante el siglo XVIII.
A principios del XIX se contabilizan ya 1.378 habitantes, lo que lleva
a los vecinos del partido del Saucedo a solicitar la independencia y constituirse en municipio segregado de Archidona, puesto que cumplen el requisito recogido en la
Constitución de Cádiz de 1812 que reconocía este derecho a las comunidades con
más de mil habitantes.
En el diccionario de Pascual Madoz, elaborado entre 1845 y 1850, se
habla de que la población de Villanueva del Rosario era de 1.547 vecinos. Fue a partir del
año 1857 cuando se crea la Comisión de Estadística General del Reino y es en
este mismo año cuando se elabora el primer censo de población por inscripción
nominal y directa.
En el informe que una maestra de la escuela de niñas del pueblo hace
el año 1868 rindiendo cuentas de su gestión y de sus gastos, habla de que el
pueblo tiene 2.018 almas agrupadas en 498 vecinos o familias.
Al año siguiente, en la Crónica
de la Provincia de Málaga de José Bisso de 1869, se dice que el pueblo de
Villanueva del Rosario tenía 2.015 habitantes agrupados en 495 familias.
Del Instituto Nacional de Estadística hemos sacado los datos de
población del siglo XIX.
Año Habitantes
1842 1.547
1860 2.015
1877 2.853
A partir de 1900 los censos de población actualizan periódicamente el número de habitantes de Villanueva del
Rosario y su término municipal. Las cifras de estos censos son las que aquí
recojo y difieren muy poco de las que aparecen en el Instituto Nacional de
Estadística.
Año Habitantes
1900 2.691
1910 2.815
1920 2.878
1930 3.188
1940 3.408
1950 3.809
1960 3.777
1970 3.041
1981 2.805
1986 3.131
1987 3.235
1989 3.206
1990 3.255
1991 3.187
1992 3.222
1993 3.264
2001 3.340
2010 3.698
2015 3.508
De la observación de estos datos de población, que pueden ser
completados con sucesivas investigaciones para rellenar los vacíos existentes,
podemos constatar varios hechos:
-Desde los orígenes del pueblo se observa un progresivo aumento de la
población, tendencia que se mantiene hasta finales de los años cincuenta del pasado siglo.
-A mediados del XX el pueblo contaba con cerca de 4.000 habitantes,
la cifra más alta de su historia.
-En las estadísticas, he destacado en color rojo los censos de población entre los años 1955 y 1985 pues en este periodo abandonan el pueblo un millar de personas
(casi un tercio de su población) que se ve obligadas a emigrar.
-A partir de la década de los ochenta se observa un paulatino aumento
de la población, debido fundamentalmente al crecimiento vegetativo, pues son
pocas las personas emigradas que deciden retornar.
Aunque nuestro pueblo ha sido emisor de emigrantes (primero a América
y luego a Francia, y sobre todo a Cataluña), tradicionalmente ha recibido familias
oriundas de otros pueblos cercanos, como lo atestiguan algunos gentilicios,
conservados como apodos de estas familias y que aún se mantienen.
perotes de Álora
castilleros de Cauche
colmenareños de Colmenar
bermejos de Casabermeja
regordeños de Riogordo
alfarnateños de Alfarnate
lojeños de Loja
trabuqueños del Trabuco
En la actualidad, además del regreso de emigrantes jubilados provenientes
de Cataluña y Francia, hay un ligero aumento de población flotante, entre la
que destaca la nutrida colonia inglesa que ha escogido el pueblo y los
cortijos de su término como segunda vivienda. Al contrario de otros pueblos de
la comarca, en Villanueva del Rosario no se han creado empresas que sean
capaces de dar empleo estable a la joven población laboral. La proximidad
de la ciudad de Málaga y las facilidades de comunicación tal vez puedan garantizar
durante un tiempo el mantenimiento de una población en torno a los 3.500
habitantes.
Hay muchos
datos sobre la demografía de Villanueva del Rosario (pirámides de población,
densidad, distribución por el término) que pueden ser consultados en internet por lo que
no los traigo aquí para no hacer tedioso un blog que pretendo sea fácil de
leer. Pero no me resisto a dar algunas cifras y datos acerca de nacimientos y
defunciones con la intención de mostrar cómo han cambiado las condiciones de vida
en nuestro pueblo en poco más de un siglo.
En los dos años
que ejercí de juez de paz en Villanueva del Rosario, tuve tiempo, ocasión y necesidad de
manejar los libros de nacimientos, matrimonios y defunciones que se custodian
en las dependencias del Juzgado Municipal; antes de que se creasen los juzgados municipales, los datos de nacimientos y defunciones estaban en los libros parroquiales, que en nuestro pueblo fueron destruidos durante la Guerra Civil.
Un día cogí el libro de nacimientos del
año 1873 y vi que se habían anotado 131 nacimientos, de los que 68 eran varones
y 67 hembras. Para ver cómo había evolucionado las cosas, acudí al libro de
nacimientos del año 1980 y vi que el número de los nacidos poco más de un siglo
después era de solo 41.
Esta llamativa
diferencia podría hacernos pensar que por aquellos años del siglo XIX el
crecimiento vegetativo de la población del pueblo sería significativo ante tal cúmulo de nacimientos. Para ver
cómo habían ido las cifras, abrí el libro de defunciones correspondiente al
mismo año 1873 y comprobé que se habían anotado 108 fallecimientos, con lo que si a
los nacidos ese año (131) les restamos los fallecidos (108), el crecimiento de
la población se había reducido a 23 personas. Esta constante de muchos nacimientos y muchas defunciones en un mismo año se repitió hasta muy avanzado el siglo XX.
He aquí una somera estadística sobre las 157 defunciones anotadas en un solo año de finales del XIX.
-61 niños
habían muerto antes de cumplir los dos años de edad
-44 antes de cumplir los 20 años
-33 defunciones
eran de personas cuya edad estaba comprendida entre 20 y 50 años
-solo 19
personas había muerto con más de 50 años
-el fallecido
con más edad había cumplido 88 años
-en solo tres
meses (junio, julio y agosto) fallecieron 51 personas
-en varios días
de ese año hay anotadas hasta cuatro defunciones
Entre las
causas de la muerte, que es obligatorio anotar en los libros de defunciones,
destacan: tisis, meningitis, dentición, escrofulismo, gangrena. Como
curiosidad, he aquí algunas anotaciones sobre casos de muerte violenta este
mismo año:
-varón de 34
años, muerte violenta
-varón de 22
años, muerte por arma de fuego
-varón de 54
años, muerto de dos tiros
Para terminar, y como prueba de cómo en este siglo y pico
han mejorado las condiciones de vida y de atención sanitaria que han eliminado
prácticamente la mortalidad infantil a la vez que ha prolongado los años de
vida, he aquí los datos anotados en el libro de defunciones correspondiente a 1980, año en el que yo era juez de paz.
-ese año fallecieron en el pueblo 20 personas
-la edad media
de los fallecidos era de 72 años
-la persona de
mayor edad había cumplido 100 años
Una última
cifra sobre censos de población: el día 1 de enero de este año 2016 los habitantes en Villanueva del
Rosario eran 3.470 personas, con tendencia a la baja pues somos 228 habitantes menos que por las mismas fechas de 2010.