miércoles, 30 de marzo de 2022

300.- El pueblo, cuatro calles y dos molinos

Mi hermano Pepe hizo unas cuantas fotos del pueblo que yo he rescatado de su álbum guardado con esmero por mi hermana Maricarmen. Después de más de cincuenta años creo que estas imágenes tienen interés porque nos muestran cómo el pueblo ha ido cambiando. Y también su gente, pues muchos de los que estaban ya no están.

Vista del pueblo desde Las Delicias.
En primer plano, el pavo real que tenía mi hermano Pedro.
Una noche un zorro lo mató y de él no dejó nada más que un montón de lindas plumas.

Vista del pueblo desde la viña del Gamba.
El edificio que está delante del grupo escolar era el Cine España.

Vista del Morrón de la Aguililla desde el inicio de la calle Carrera.
Eso verde que se ve asomar al fondo a la derecha, era el quiosco del Correo.

Foto tomada desde la entrada a la Plazoleta de los Muertos.
Donde ahora hay coches, entonces había mulos.

Calle Iglesia empedrada.

Era la calle 7 de febrero. Ahora es calle Serranes.  La conocemos como la calle de don Manuel.
Don Manuel fue nuestro practicante durante muchos años.

Foto tomada desde donde está ahora Unicaja.
Bajo el balcón cuajado de flores de Frasquita la Finita está la puerta del bar de su marido Antonio el Correo

Calle Molinos vista desde el puente del arroyo.

El pueblo desde la sierra

Las cinco fotos en blanco y negro siguientes son el testimonio que nos queda de los dos molinos harineros que funcionaron durante muchos años gracias al cao que, aún hoy, surte de agua a la moderna almazara.
Estaba el de arriba y el de abajo. Entre los dos molinos había un camino que pasaba sobre el cao por un puente rudimentario, hecho de dos vigas, unos capachos y una capa de tierra. De todo ello no queda ni las ruinas.

Molino de arriba.

Sistema de acequias y puertas para regular el paso del agua.

Molino de arriba, abandonado y cubierto de maleza.

Camino que desciende hasta el río Cerezo.

Puente.


martes, 29 de marzo de 2022

299.- Es lo que había

Era la posguerra civil (los años del hambre) y estaba racionado hasta el pensar y el hablar con libertad. Del racionamiento del comestible y de los bonos que el Régimen decía dar para paliar el hambre, me ha llegado este documento que aquí reproduzco tal cual y que cada uno y cada una reflexione sobre lo que fueron aquellos tiempos.

En la cara del folio aparece un lema (TU SACRIFICIO NO ES EN VANO) que sonaría bien si el sacrificio fuera voluntario. Había poco que comer y muy mal repartido. Sobre los colores de la bandera de España se ve dibujada una cruz blanca de cuyos brazos cuelgan dos símbolos de guerra: un casco militar y un cinturón de soldado con cartucheras.

Es en el reverso donde están (intactos, nadie los gastó, ¿llegaron a repartirse?) los diez cupones recortables que sabe Dios qué familia sería la afortunada que los recibiría.

Mi hambre fue posterior: estos cupones son del año 1942 y yo nací más tarde, en pleno agosto del 44 y, durante mi niñez, el hambre seguía palpándose en las casas, por la calle y en las caras de los niños















martes, 8 de marzo de 2022

298.- Riada del 2012

Ni tanto ni tan poco. Estamos en época de sequía pero no podemos olvidar que a veces el tiempo se vuelve loco, llueve a cátaros y la riada se lo lleva todo por delante.
En septiembre hará diez años de las lluvias torrenciales que arrasaron las partes bajas del pueblo el día 28 de setiembre del 2012. Aquella mañana hice un recorrido con mi cámara y saqué estas fotos.

Lo que más me impresionó fue este enorme peñasco arrastrado por las aguas torrenciales hasta que chocó contra un árbol. Esta piedra debería haberse quedado donde estaba como testigo de lo que pueden hacer las aguas desatadas.



Cuando al día siguiente fuimos a poner una placa sobre aquella mole de muchas toneladas, los servicios operativos del ayuntamiento la habían partido y trasladados sus restos.




























































Un zapato