viernes, 23 de diciembre de 2016

242.- La Chosca de antes

En una época en la que los bares y tabernas de Villanueva del Rosario se han quedado vacíos porque los saucedeños han huido en desbandada a los trabucos o a las málagas en busca de nuevas experiencias, el bar de La Chosca ha mantenido la compostura en tiempos tan adversos y luchando siempre contra advientos y mareos.

Al frente de la empresa ha estado Javier el Terrizo con su porte de ventero quijotesco, sin Dulcineas ni Maritornes, enfrentándose a gigantes que se disfrazan de molinos de viento en los día de solano en este pueblo nuestro en que tomar una copa se ha convertido últimamente en una empresa imposible. En el casco antiguo de nuestro pueblo, donde antes había hasta una docena de bares, tabernas y cafés, ahora malviven un par de establecimientos con una clientela infiel y tacaña.

Un día antes del Día de la Virgen, Javier se puso malo y se lo llevaron al hospital donde lo han cuidado como se merece. Yo, cliente fiel y agradecido, quiero recordarlo aquí en este MURRE nuestro porque sé que pronto volverá a servirnos una cerveza al tiempo que gira la cabeza y dice con su voz quebrada: “¡Pili, una de calamares!” De sus incontables visitas a La Alacena en busca de suministros, mejor no hablar; para Javier suponía un ejercicio titánico que lo ha mantenido en forma durante muchos años.

Cuando bajéis hacia la Chosca o hacia el horno de Tedoro, veréis que una de las rejas de las ventanas tiene un barrote doblado porque fue forzado: un iluso ladronzuelo entró de noche por tan escueta rendija con la malévola intención de cometer el atraco del siglo. Con nocturnidad y alevosía violó el recinto y logró llevarse el botín. Cuando por la mañana Javier el Terrizo abrió al bar, comprobó que le habían robado el único euro que había en la caja. Con su flema natural dijo que no se había llevado todo el dinero a su casa porque siempre hay que dejar algo de cambio.

El bar de La Chosca fue originalmente un proyecto de tres socios: Mario, Miguel Ángel y Javier. Al cabo de unos años Javier se quedó en solitario al frente del negocio. Recuerdo que, para solicitar la subvención de Nororma, me pidieron que les escribiera unas palabras en las que se destacaran las bondades de aquel bar comunal. Esto fue lo que yo les escribí.


LA CHOSCA (Ver, oír... y comer)

El nombre.
La palabra chosca, aunque no aparece en el diccionario, entre nosotros se usa para designar una candela encendida en el hogar (en el humero o chimenea) y de la que se desprende un calor abundante y acogedor. Al darle este nombre al establecimiento se pretende comunicar que, además de servir para tomar unas copas y charlar con los amigos, el ambiente que se ofrece es cálido, amable y casi familiar. En este pueblo, y durante casi una tercera parte del año, las temperaturas son frías y el tiempo es desapacible; lo que se apetece es un buen brasero o una candela cerca. En los días de calor, la propia situación de La Chosca mantiene una temperatura constante que apenas hace necesario el uso de aparatos acondicionadores.

El entorno.
Cuando vamos a un pueblo no nos lleva solo la intención de tomar algún plato típico o alguna comida casera; nos apetece también conocer un paisaje nuevo, tratar con gentes distintas y disfrutar de un ambiente tranquilo. La situación del pueblo, junto a la sierra y surcado por ríos y arroyos, invitan a los forasteros a pasear por los alrededores, acercarse hasta la falda de la montaña y respirar un aire limpio y cargado de aromas. Las buenas comunicaciones con la capital y con otras ciudades de nuestro entorno, hace que el viaje resulte cómodo y sin agobios. Aunque la oferta cultural que por el momento ofrece la localidad no es muy abundante, con el tiempo se abrirá un museo de artes populares y otro con restos arqueológicos de la prehistoria, de los romanos y de los visigodos.

El pueblo
Situado a la falda un cerro que se vuelca hasta el arroyo, el casco antiguo (las primeras casas se edificaron ya en el siglo XVII) ofrecen plazas, plazoletas y rincones que conservan aún el sabor de lo antiguo. En las ventanas, patios y balcones se muestran al visitante tiestos y macetas repletas de flores. La parte nueva del casco urbano ocupa la parte más llana, y algunas viviendas mantienen el estilo propios de la casa andaluza, blanco, con rejas y adornos propios de nuestra tierra.

Las viandas
Cada localidad tiene sus platos típicos y sus comidas preferidas; Villanueva del Rosario no podía ser menos. En un territorio en el que el rey de los alimentos es el aceite de oliva, son numerosos los platos que se basan en este oro verde; la porra (fría, decimos aquí), los gazpachos (pimentón, ajoblanco o simplemente liso), las sopas calientes (gazpachuelo, caldo de puchero), las carnes (de conejo, cordero, chivo, cerdo y de caza mayor), los espárragos (trigueros o amargueros, en tortilla o en aliño), las setas de cardo, las tagarninas, las sencillas migas, los embutidos... La lista sería interminable. En el terreno de los dulces y postres el pueblo presume de una rica dulcería (magdalenas, bollos, pestiños, tortas, bizcochos) y de exquisitas conservas como la carne de membrillo.

Proyectos
La Chosca, un lugar de encuentro para amigos y de disfrute de platos y tapas originales y tradicionales, pretende servir también como un foco de entretenimiento y cultura con exposiciones periódicas de objetos artesanales, cuadros, dibujos y cuanto pueda ayudar a fomentar el diálogo y la cultura entre los propios vecinos y los que nos visiten. Que el bar, la tasca, la cafetería y la taberna se conviertan en un lugar que sirva de reunión y de tertulia, de encuentro y de cambio de impresiones, un espacio en el que el televisor no tenga que ser nunca el rey de la casa.

Todo esto era lo que aparecía en el MURRE el 23 de diciembre del año 2016. Ahora (en 2024) la Chosca ha cambiado y se ha convertido en un restaurante de alto copete que no tiene nada que envidiar a muchos de nuestro entorno. A ver si entre todos le deseamos suerte acudiendo solos o en familia.

Voy a contar una anécdota que me pasó un día, un mediodía, en el que, como era habitual em mí, acudí a tomarme una cerveza en nuestra añorada Chosca donde las tapas y las cervezas estaban contadas; eran casi por encargo. Al entrar en el establecimiento, observé que había un hombre con traje de faena junto a la puerta, cerca del contador de la luz y que miraba al interior, a Javier, con un signo de interrogación en los alicates que blandía en una mano. Estábamos Javi, yo y algún otro cliente que ahora no recuerdo. Lo que no se me olvidará es que Javi me dice: ¿Quieres una caña o dos? Digo yo: Una. Vale, dijo, me la sirvió y dirigiéndose al hombre que esperaba en la puerta con los alicates en ristre, le indicó algo con un gesto que equivalía a ¡Ya!

El hombre, de Endesa o de la compañía eléctrica que fuese, cortó de un tajo los cables que suministraban luz eléctrica al grifo de la cerveza, a la freidora, a la tele e incluso al cuarto de baño que vez de cerrojo tenía un tornillo para guardar la intimidad del o de la meante. Dicho y hecho: si no pagas hoy te cortamos la luz. Y se la cortaron.

¡Qué tiempos aquellos y qué grande es Javi que no se daba por rendido en su empresa quijotesca de llevar adelante un bar sin despensa y sin clientes!























miércoles, 14 de diciembre de 2016

241.- Fotos de José Antonio y Luisa

En ayuda de este MURRE, un poco alicaído últimamente, José Antonio Vega (el hijo del pastelero, para entendernos) me ha dejado un sobre con un nutrido repertorio de fotos de él y, sobre todo, de su suegro don Luis Durán, quien fue maestro en el pueblo en los años sesenta del siglo pasado.

Muchas de esas fotos hechas en el colegio, en las procesiones, en san Marcos, en el paseo las hizo el prolífico fotógrafo antequerano Antonio Rama; otras son de particulares. Todas son interesantes pues nos llevan al pueblo de hace sesenta años.

Don Luis Durán con sus alumnos a la entrada del Grupo Escolar hacia 1960
Son todos niños, muy serios, y la mayoría lleva pantalones cortos sujetos con tirantes.

En el comedor escolar que estaba en la galería. En el centro, don Luis Durán; a la derecha doña Enriqueta; a la izquierda doña Trini.

De copas en uno de los bares del pueblo.
De izquierda a derecha: Adolfo de Mirasiviene, Juan Antonio el Laña, Juanito el Rubio, Emilio el electricista, José Antonio el pastelero y Armando de García


El párroco don José María Astorga bendiciendo la escuela-capilla del Cerro Limón el uno de mayo del año 1961

Alrededor de una bicicleta BH están de izquierda a derecha
Diego, Jorge, José Antonio y Pérez Navas.

José Antonio, Luis Vallejo y otros jugadores del Santa Rosa en el vestuario en plena faena antes del partido. Se jugaba en la haza de Matapollos y el vestuario estaba en el Matadero.
Menos mal que los han pillado poniéndose los calcetas y no otras prendas íntimas. Eran otros tiempos y no había de , ni siquiera donde sentarse.

En el patio del Grupo Escolar: Luisa y Loli (hijas de don Luis Durán) junto a Amelia Moreno, maestra que fue de este pueblo y otra maestra, hermana de la Mariló de la Caja Rural pero no recuerdo su nombre.

José Antonio hijo y Antonio, su padre, en el obrador de la pastelería en los buenos tiempos de aquel dulce negocio.

En plena función de aquellos célebres toros de cachondeo.
Ahí están José Antonio Vega, Miguel de doña Enriqueta, José Antonio 'Maeras', Sergio del herrador...

En la palco de la plaza de toros del Matadero.
José Antonio, Luisita, Gracia, Aurora, Amparo...


martes, 22 de noviembre de 2016

240.- Pepe el Gamba

A mediados de octubre de 2016 fui a casa de Pepe el Gamba a hacerle una visita. Charlé un rato con él, con su hija Trini y con su nieta Verónica; antes de venirme le hice unas fotos. No había pasado ni un mes cuando me entero de que Pepe nos había abandonado para siempre. A este hombre, que no tomaba medicinas porque nunca había estado enfermo, se lo llevó un simple resfriado cuando le faltaba poco más de un mes para cumplir los ciento seis años. Había nacido el año 1910, y cuando alguien le preguntaba por el día de su nacimiento, decía que había nacido ‘el día de los dineros’, es decir, el 22 de diciembre, el día en el que se celebra el sorteo de Navidad.

Casado con Rafaela Córdoba, siempre vivió en la plaza de abajo donde tenían una posada. El negocio lo regentaba la Rafaela quien también se dedicaba a vender pescado debajo del árbol que había junto a su casa.

Yo también nací y me crie en esta plaza que entonces era el centro del pueblo pues allí  estaba el ayuntamiento, el cuartel, la casa del alcalde, la del abogado; se celebraban las corridas de toros, había dos barberías, dos posadas y el bar más frecuentado del pueblo: el bar de Miguelillo Podadera. Recuerdo haber visto en las mañanas de invierno, cuando los charcos del suelo aún estaban hechos carámbano, a Pepe el Gamba mientras se  lavaba en la fuente sin miedo al frío, desnudo de la cintura para arriba; cuando terminaba el lavatorio se echaba una gota de limón en cada ojo.

Pepe hizo la mili dos veces: una por su quinta el año 1931, y la otra porque lo reengancharon en el 36. Como entendía de bestias, la primera vez lo pusieron al cuidado de unos caballos; y la segunda, ya durante la guerra, sirvió casi de asistente al general Queipo de Llano.

Que se sepa nunca tuvo un trabajo más o menos fijo pues se ganaba la vida, unas veces traficando con las mercancías que traían los arrieros que venían de la costa, otras haciendo tratos en el bar de Miguelillo.

Una vez, entre él y Lucas el Recobero le vendieron un mulo a Pilín, un vecino del pueblo que vivía en el Pecho de los Civiles. Nadie sabe de dónde sacaron aquel mulo viejo al que le metieron una inyección que lo puso como nuevo. El trato se hizo y cuando se le pasó el efecto, el animal se caía de puro viejo y cansado. Pilín, fuera de sí y armado con un cuchillo, fue en busca de los que le habían endilgado semejante filfa. Trini, que me ha contado lo del trato, no supo decirme en qué quedó la cosa.

Cuando murió la Rafaela, Pepe se quedó viviendo con su hija Trini, quien perdió a su marido siendo todavía muy joven. Allí, entre mujeres, Pepe fue pasando los años cuidado por su hija y acompañado del cariño de sus nietas.

Siempre de buen humor, con una sonrisa permanente, estos últimos años se le veía al atardecer en la puerta de su casa tomando el fresco y charlando de sus cosas con los amigos. Hasta hace poco ha estado viniendo al hogar del jubilado a jugar sus partidas de dómino, sin cometer fallos y haciendo gala de una memoria prodigiosa.

Su nombre completo es (era) José Lara Ortigosa. Lo de Gamba le venía de la historia que ya anoté en otro sitio de este blog. Aquí la recuerdo.

Durante el tiempo que los reclutas pasaban en Ronda en espera de destino y como aún tenían el dinero que les habían dado sus familiares y todavía no iban vestidos de soldado, los jóvenes comían fuera del cuartel, se corrían algunas juergas y disfrutaban de una relativa libertad. Esta es la anécdota que me contó Pepe el Gamba y de la que, según él, proviene su apodo.

Pepe, nacido el año 1910, fue reclutado el año 31 junto con otros mozos del pueblo, entre los que estaban el Requeté, el Terrizo y Juanico el de la Bigota. Fueron primero a Málaga y después a Ronda donde pasaron una temporada antes de marchar a sus localidades de destino. Pronto supieron que el barrio de las prostitutas estaba al pasar el puente, en Ronda la Vieja. También sabían que el Requeté llevaba cosidos a la cintura, para que no se los robaran, 50 duros de plata y, aunque ya había gastado algunos en Málaga, todavía le quedaba un capital. Conocieron a unas putas, quedaron con ellas, pero antes fueron los cuatro a la calle de la Bola para comprar algo e irse después a comérselo con ellas. Decidieron llevarse unos kilos de gambas y, a la hora de pagar, Juanico, Pepe y el Terrizo se hicieron los remolones y, en un descuido, Pepe agarró las gambas y salieron los tres corriendo calle la Bola arriba al tiempo que la mujer del negocio salió gritando “¡Al de las gambas! ¡Que se escapa el de las gambas!” El pobre Requeté, que no tuvo la idea de escapar como los otros, no le quedó más remedio que echar mano de los duros y liquidar la cuenta de las gambas. De ahí se le quedó a Pepe lo de ‘el gamba’.

Estas son las fotos que le hice a Pepe en su casa unas semanas antes de morir.







Y estas son las tres fotos que me ha dejado Trini donde aparece su padre en la plaza un día de la feria de agosto
Pepe con el Calé y Repiso.

El Gamba y el Chivito

Retrepado, como a él le gustaba, mirando de frente y sonriendo.
En esta foto lleva mascota; otras veces se ponía un pañuelo ceñido.
Así era y así queda en el recuerdo.

domingo, 23 de octubre de 2016

239.- En el tendido

Debemos agradecer al fotógrafo saucedeño Pepe Repiso el que en aquellas corridas de toros tan nuestras tomase con su máquina estas panorámicas en las que aparecen tantas personas, sabiendo que estas fotos nunca podría venderlas su madre, la Antonia. Ella, como buena comerciante, las ponía en el escaparate, las pegaba con tesafil, la gente se paraba, las veía, señalaban con un dedo a los retratados pero pocos las compraban.

Gracias a este circunstancia, y sobre todo a la generosidad de Pepe que me deja utilizarlas, hoy podemos ver estas imágenes colectivas. Si miran con detenimiento descubrirán a parientes, amigos y vecinos muchos de los cuales ya nos han dejado. Podemos vernos incluso nosotros mismos y reconocernos, pero esto no será así siempre; no debemos olvidar que, con el tiempo, toda foto será la de un desconocido.












miércoles, 12 de octubre de 2016

238.- V. del Rosario en el diccionario de Madoz

Como el fondo de fotografías lo tengo ya casi agotado, hoy incluyo en este MURRE algunos datos sobre el pasado de nuestro pueblo. Son datos curiosos que hacen referencia al Saucedo de hace casi doscientos años. Este apartado lo incluí en el libro Villanueva del Rosario. Historia y vida.



Entre los años 1845 y 1850 se publicó en Madrid el Diccionario Geográfico‑Estadístico‑Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, del que fue autor Pascual Madoz y en el que se reúnen muchos datos sobre los pueblos y ciudades de España y de sus posesiones de Cuba y Filipinas.

Para la historia de Villanueva del Rosario es interesante este diccionario porque es muy escasa la información que hemos podido manejar sobre el pasado de nuestro pueblo.

VILLANUEVA DEL ROSARIO (antes SAUCEDO): villa con ayuntamiento en la provincia de Málaga de la que dista 6 leguas, partido judicial de Archidona (2 leguas), audiencia territorial y capitanía general de Granada (22 leguas). Situada en terreno desigual, a orillas del arroyo de la Canaleja; reinan los vientos del SE tan fuertes, que algunos años se llevan mucha parte de la cosecha; el clima es bastante sano y sujeto a las estacionales. Tiene unas 400 casas de mediana construcción; una de ayuntamiento con pósito y la cárcel, cuyo edificio fue costeado por los propios de la villa; escuela de primeras letras dotada de 1.000 reales anuales; iglesia parroquial (Nuestra Señora del Rosario) servida por un cura párroco y un teniente de cura; cementerio en parage ventilado, y una fuente con su caño y pila, situada al Sur de la población, de cuyas buenas aguas se surte el vecindario.

Al Oeste de la venta de Escobar se encuentra un nacimiento muy útil para las enfermedades cutáneas; sus aguas están recogidas en un pequeño estanque, donde se bañan los enfermos en los meses de julio y agosto, que es cuando se usan, y el dueño ha construido unas cuantas habitaciones mezquinas, en donde se albergan los concurrentes.
El término municipal confina: Norte y Este Archidona; Sur, Colmenar, y Oeste Antequera. El terreno es de mediana calidad, estando plantado la mayor parte de arbolado de encina; báñanlo el referido arroyo de la Canaleja, el del Cerezo y el río Guadalhorce, sobre el cual hay un puente de cal y ladrillo, construido el año de 1839.

CAMINOS: el que conduce de Málaga a Archidona, y otro que marcha en dirección del Trabuco y Loja.
CORREOS: se reciben de la administración de Antequera por medio de balijero. PRODUCCIÓN: trigo, cebada, legumbres y bellotas; ganado de cerda, cabrío y lanar; caza de perdices y conejos, y pesca de peces con abundancia.
INDUSTRIA: la agrícola y tres molinos harineros.
POBLACION: 394 vecinos, 1.457 almas.
CAPITAL PRODUCIDO: 2.325.208 reales.
IMPUESTOS: 88.075. Productos que se consideran como capital imponible a la industria y comercio, 48.425 reales.
CONTRIBUCIÓN: 29.940 reales 26 maravedís.

En el artículo que el Diccionario de Madoz dedica a Archidona, también se hacen algunas referencias a parajes de nuestro pueblo.

...Sierra del Jobo, donde existen varios pozos de nieve que pertenecieron al extinguido convento de mínimos de Archidona, y hoy del Estado.

En un desfiladero de la sierra del Saucedo brota un manantial abundante que se despeña por aquellos tajos en firma de cascada, y después de pasar por Villanueva del Rosario, donde da movimiento a dos molinos harineros, se precipita en el Guadalhorce, conociéndose con el nombre del arroyo del Cerezo. A corta distancia, marchando en dirección a Málaga, se encuentra el del Parroso, que también nace en la sierra del Saucedo algo más al occidente que el anterior, el que cruzando por el camino de la expresada comarca desemboca igualmente en el Guadalhorce.