Desde que el mundo es mundo, la gente se ha peleado por el agua. La palabra rival viene del latín rivalis 'ribereño de un arroyo o río'. En latín rivus es 'río', 'arroyo', 'canal'. Los que se surten de mismo río compiten por el agua, intentan retenerla, anegar sus campos aunque los de los vecinos se queden secos. La actual guerra por el agua no ha hecho más que comenzar porque ya no hay agua potable para todos.
Cuando el alcalde Juan Molina quiso traer el agua pueblo el año 1954 se encontró con la negativa de Antequera porque el Chorro Negro, de donde se toma el mayor caudal, está en el término de Antequera, y el Nacimiento del río Cerezo es compartido pues sirve de límite entre ambos municipios. Tuvieron que intervenir autoridades superiores para que los antequeranos cedieran a regañadientes el agua para nuestro pueblo.
La construcción de un campo de golf y de no sé cuántas viviendas, con el agua de que disponemos, era y es un verdadero disparate. Además, no se hizo un estudio sobre la verdadera disponibilidad de este preciado líquido. Y la gente se opuso. Lo mismo sucedió después cuando se proyectó una envasadora de agua (en el término de Antequera) porque podría afectar a los acuíferos de los que surte Villanueva del Rosario. "Mi agua no se toca", decimos, cuando lo cierto es que el agua no es 'nuestra', es de 'todos'. Y a ver quién le pone el cascabel al gato.
He aquí unas imágenes tomadas por Lucía Vegas de la manifestación que se celebró el doce de agosto del año 2005. Sin comentarios.
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