El cura Santiago, en su afán por reunir feligreses en la iglesia durante los años que estuvo de párroco, organizó un sinfín de actos religiosos en los que participaron chicos y grandes. Un día hablaremos largo y tendido de las peripecias de Santiago, este inquieto sacerdote.
En estas fotografías que me ha dejado Paqui Ortigosa y que guarda en su archivo, vemos el desfile de personas en un acto de besamanos a la Virgen.
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