Es el 10 de octubre del año 1967, el último día de feria; los festejos se cierran como todos los años con una novillada en la plaza del Matadero. Los mismos de siempre nos disfrazamos con ropajes sacados del baúl, hacemos el paseíllo por las calles seguidos de una banda que no tiene ni idea de música pero que hace ruido; detrás la gente sigue entusiasmada al grupo de presuntos toreros.
La trupe llega a la plaza; no hay presidencia ni fuerzas de orden público, ni falta que hace. Una bandera de España ciñe el contorno de un palco repleto de mocitas Entre el jolgorio del respetable, se inicia el festejo con la suelta de la vaquilla. Los primeros en quitarnos de en medio somos los 'toreros de pacotilla'. Y eso fue todo. Sin más literatura os dejo con las fotografías.
(Nota. El que va bajo el paraguas, junto a Bernabé, con gorra, peluca, bigote pintado, pañuelo al cuello y vestido con una manta, primero y luego con una falda de cuadritos, soy yo, el autor de este blog.)