viernes, 28 de febrero de 2014

93.- Día de Andalucía del 14

Esto es lo que pasaba en febrero del 2014 y esto es lo que vuelvo a reponer en marzo del 2023. ¡Cómo pasa el tiempo y, con él, nosotros!

Hoy, 28 de febrero del año 2014, se ha celebrado en nuestro pueblo el día de Andalucía y con tal motivo el Ayuntamiento le ha concedido al blog MURRE TANRRE QUERRE el galardón por el que se le reconoce la labor que hemos hecho. También han sido premiadas otras instituciones y personas que han destacado durante el año en su labor por el bien de Villanueva del Rosario.

Para que comprobéis con vuestros propios ojos que el reconocimiento no va dedicado en exclusiva al que coordina el blog, sino también a todos los que lo hacéis posible, aquí os mando tres secuencias del acto: la comunicación del alcalde, la placa de cerámica que he recogido como recuerdo y una foto del ramo de flores (blanco y verde como la bandera de Andalucía) que se me entregó. Esto ha de animarnos a seguir en la tarea de continuar el rescate de la memoria gráfica de nuestro pasado. Cuento con vuestras fotos, opiniones y comentarios. Felicidades. Si consigo fotos del acto prometo incluirlas de inmediato.

(Una aclaración ortográfica: como todos habéis comprobado, en el lema del blog aparecen los prefijos cuantificadores murre- tanrre- querre- que son muy utilizados en el habla de nuestro pueblo para resaltar la fuerza de los adjetivos en grado superlativo, por ejemplo, murrebonito, tanretonto, qurrechiquitillo, referidos respectivamente a cosas o individuos atractivos, a los tontos de remate o a lo que es pequeño en demasía.

Y el caso es que yo, aun sabiendo que incumplo una ley ortográfica, he escrito en la entrada del blog el prefijo tanrre, aunque todos los castellanoescribientes sabemos que después de las consonantes n, l y s solo se escribe la vibrante simple r que ha de sonar en estos casos como vibrante múltiple rr. Y si no, a ver quién el guapo o guapa que, con frenillo o sin frenillo, consigue pronunciar como r (vibrante simple) la r de estas palabras: enredo, alrededor, israelita.)
 N.B. Esta breve clase de ortografía es totalmente gratis.









sábado, 22 de febrero de 2014

92.- Mocitas con pañuelo

Como en los pueblos tenemos el campo tan cerca, a la más mínima se organiza una excursión, eso sí, siempre que haga buen tiempo. Por eso la primavera está llena de fiestas campestres: san Marcos, san Isidro, san Juan, la romería de la Virgen... En ocasiones la simple excusa de ir por agua al Nacimiento o al Toronjil sirve para darse un garbeo por esos campos de Dios. Las fotos que vienen a continuación son instantáneas tomadas en el campo y en las que las mocitas lucen un pañuelo de colores aunque en las fotografías en blanco y negro estos colorines no se noten.

¿De dónde viene esa manía que tienen algunas religiones por taparles el pelo a las mujeres? La explicación es muy sencilla: una mujer con el pelo suelto, con la melena al aire, con la mata de pelo cayendo sobre los hombres, ha sido siempre una imagen sensual, provocativa, sexy, y eso los hombres no lo podían consentir sobre todo si la desmelenada era su hija o su mujer.

Total, a lo que íbamos: cuando las mocitas de nuestro pueblo salían al campo, una de las prendas indispensables era un pañuelo que recogía el pelo y que se ceñía a la cara hiciera solano o no. Como muestra de esta costumbre felizmente superada, he aquí una cuantas imágenes en las que damos testimonio de lo dicho.

Del velo que las mujeres habían de ponerse al entrar en la iglesia hablaremos en el apartado correspondiente.

Uno de los dos hombres que aparecen en esta imagen idílica de hierba y verdor es nuestro buen amigo el 'Práctico'.

En esta imagen las mocitas, mujeres y niños descansan sobre un lecho de taramas de olivo. Para hacernos una idea de cuándo se hizo lo foto, la chica que aparece en el centro y en primer plano es la Elisa de doña Enriqueta.

Más mocitas y mocitos revoleados por el suelo; Hay que hacer notar el cuidado recato con que las mujeres esconden las partes sensibles de ser vistas utilizando los múltiples pliegues de su falda de colorines. Solo se les ve la cara y los ojos, y algunas los disimulan con gafas oscuras. ¡Qué tiempos!

Lo de los pañuelos y las gafas viene de antiguo. Esta foto, a la fecha de hoy, ha de tener por lo menos ochenta años y ya andaban las mocitas con gafas y pañuelos y faldas que lo tapaban todo. La mujer de oscuro de la derecha es la esposa de Pepe Nateras, la madre de Alejandro que en paz descanse.

La simetría en esta imagen campestre es casi perfecta: las mujeres a la izquierda, los hombres a la derecha. Juntos pero no revueltos. Hay un refrán que avisa de los peligros de las promiscuidades en esos días de campo: "Quien sanjuanea, marcea", justo a los nueve meses.

Imagen curiosa: un niño que llora; la madre (Pepe de Carmen de Benede) que insiste en que mire a la cámara; alguien que come sin atender al fotógrafo (mi hermana): una niña que se admira de algo (mi sobrina Maribel); uno (yo) que quiere salir en la foto; una mocita con felpa y mirar atento (Eloísa), alguien que da la espalda; uno con sombrero que tiende la mano (Pepe Repiso)... y en el centro, sobre un mantel, la comida que nos espera.

Faldas de colorines, gafas para ojos de chinas, collares, piernas pudorosamente recogidas y el pañuelo que tapa y embellece y resalta la cara feliz de estas mocitas.

Las de la derecha eran dos solteras, las Caleras, que han ido de san Marcos con la Antoñilla y un hijo de Rafael Castillo.

Romería de san José camino del Cerro Limón en un día de fuerte solanera. Los del centro son Torres y Carmen la Herrera.

De vuelta de un sanmarcos, Pepe Herrero se ha puesto el pañuelo de su mujer Herminia. Así venía.

Idílica imagen en plena naturaleza con el uniforme de san Marcos: zapatillas, falda floreada, rebeca por lo del relente y pañuelo ceñido. Los dos hombres del fondo forman parte del decorado.
Ellas son Isabelita de la Fabriquilla y Encarnita de Juanico la Bigota.

Mocitas (Pilar de Cristóbal el Sordo, Hipólita de Gazpirre...) haciendo como que beben  en la Fuente de la Yedra. El que se asoma es un Caracol. Hay un revuelo de faldas junto al camión en el que ha venido el personal fiestero.

Cuatro mocitas con sus respectivos pañuelos sentadas en el parachoques de un venerable coche cerca de la Fuente de la Yedra. El niño que sonríe en primer plano es Pepe el marido de Sergia, El chófer es un Chiquitín.
Las mocitas son: Magdalena de Molinilla, Rosarito del sacristán, María de Feodoble, Anamari, nieta del sacristán

sábado, 15 de febrero de 2014

91.- Juan Molina Díaz





Juan Molina Díaz fue alcalde del Villanueva del Rosario desde julio de 1952, fecha en que cesó José Godoy Martínez (Coscurrones), hasta mayo de 1963 cuando le sucedió en la alcaldía Rafael Castillo Martínez.

Como todos los alcaldes predemocráticos, su nombramiento fue una decisión directa del gobernador civil, que por entonces era Manuel García del Olmo. Este gobernador ya había venido al pueblo con motivo de la inauguración de la pavimentación de la calle Adoquines, que en aquella época era la calle Calvo Sotelo.

Juan Molina Díaz era hijo de una de las víctimas de la guerra civil. En la noche del 6 al 7 de febrero de 1937, en plena huida de los partidarios de la República ante el avance de las fuerzas de Franco, los milicianos asesinaron a varios vecinos de Villanueva del Rosario. Como buscaban a los que habían mostrado tener ideas de derechas, llamaron a la puerta de Juan Molina, que así se llamaba el padre y que era tabernero. Le pidieron que abriera la puerta pues querían que les sirviera una copa porque se iban corriendo hacia Almería. Cuando lo tuvieron delante le dispararon varios tiros al pecho y lo mataron. Juan, su hijo de apenas 12 años, al ruido de las detonaciones bajó las escaleras y se encontró a su padre tirado en el suelo; le dispararon pero milagrosamente la bala solo le rozó un riñón sin producirle una herida mortal.

(Los avatares políticos de España pueden verse reflejados en los distintos nombres que ha recibido la calle en la que sucedieron los hechos que antes he narrado. La calle donde mataron a Molina fue conocida en sus inicios como Calle Nueva; cuando a principios del siglo XX se inició el reinado de Alfonso XIII le cambiaron el nombre a la calle por el del monarca; durante la Segunda República la volvieron a bautizar, en esta ocasión con el nombre de un mártir republicano: Capitán Galán. En toda la dictadura de Franco, esta calle, donde por cierto yo nací en el año 1944, tuvo el nombre de un general franquista: Queipo de Llano. Para no cejar en la costumbre de cambiar los nombres de las calles según el tinte político del momento, al inicio de la democracia el ayuntamiento de turno le cambió el nombre por el de una fecha señalada para los trabajadores: Calle 1º de mayo. Para saltarnos a la torera tantos cambios motivados por los avatares políticos, los saucedeños la seguiremos llamando La Calle de Tedoro)

Durante la década que duró el mandato del alcalde Juan Molina Díaz en el pueblo se hicieron numerosas obras que cambiaron la fisonomía del municipio. Por sus contactos con el gobernador civil García del Olmo y con su sucesor, Rodríguez Acosta, y por su condición de diputado provincial, Juan Molina consiguió subvenciones para construir edificios municipales y para mejorar las infraestructuras de Villanueva del Rosario. He aquí una lista con las actuaciones más destacadas:

Construcción del cuartel de la guardia civil
Matadero municipal
Mercado de abastos
Traída del agua al pueblo
Red de agua potable
Red de saneamiento
Pavimentación de calles y plazas
Ampliación del cementerio
Almacén del Servicio Nacional del Trigo
Construcción de viviendas sociales
Desgraciadamente también participó y promovió las demoliciones de la iglesia y de la Casa Grande

Juan Molina fue también un hombre muy emprendedor en el ámbito de los negocios. Además de alcalde y diputado provincial, era el director de la sucursal de la Caja de Ahorros de Antequera. Montó diversos negocios: una tienda de comestibles, un almacén de distribución al por mayor, una panadería, un cine (durante aquellos años en el pueblo funcionaron tres salas de cine), una fonda, una granja de pollos, el almacén de abonos Berdoy... Uno de sus últimos negocios fue un supermercado en Málaga.

Tras diversos y contrarios avatares en lo político, en lo comercial y en su vida particular, falleció en Málaga en 1972 a la edad de 47 años.


Juan Molina es el tercero por la derecha en la fila de arriba; debe de ser a finales de los años cuarenta.
El matrimonio de la derecha son los 'Zapateros', los padres de Jerónimo y de Candelaria. También están Luis el Farmacéutico, Cristóbal el médico, Juan el veterinario, Alejandro Nateras, Antonio el de la 'Bigota', Diego Navas el abogado, Juan Cano, Rafalito el de Julián,  Sebastián, Enrique Navas...

Fotografía tomada en 1950 con motivo de la inauguración de Los Adoquines. En el centro el gobernador civil, a la derecha, con la vara, el entonces alcalde José Godoy; al lado del cura don Timoteo, Juan Molina quien aún no era alcalde. En primer plano y mirando de frente, el prepotente y temido cabo Bonilla.

Juan Molina, entre el cura y el comandante de la Guardia Civil, presidiendo una corrida de toros en la plaza de abajo el año 1953.
La banda de música entona con maestría el pasodoble de turno.

Presidencia de otra corrida de toros a finales delos cincuenta en el patio del Matadero Municipal. A la derecha de la foto aparece la figura del auxiliar municipal al que llamábamos 'Boquerón'. Con su alcayata nos perseguía cada vez que intentábamos subirnos a las moreras de la carretera.


Curiosa fotografía en la que aparece Juan Molina, el torero Manolo Segura, un fraile que vino a dar unos sermones, el cura José Mª Astorga y mucha gente siguiendo la comitiva. A la derecha asoma la mano y la gorra del 'Manguino', otro ayudante de municipal con un manojo de cohetes en la mano.


En el acto de inauguración del cuartel de la guardia civil.

Juan Molina entregando una copa. A la izquierda aparece Cristóbal el Sacristán.

Las autoridades en la feria de octubre de 1957.
Sobre el escenario la orquesta Trinidad con su animadora.

El cura bendice el local del almacén propiedad de Juan Molina, en el centro y con las manos en los bolsillos.
El primero por la izquierda soy yo, y el segundo mi hermano Pepe.

El alcalde Juan Molina con la vara de mando, de paso por la calle que luego llevará su nombre.


Mi hermano Pepe bendice las instalaciones del supermercado de Juan Molina en Málaga. Al lado Socorro, su mujer, y su hija Rosarito.

Elías Navas entrega una anillo a Dominica, la reina de las fiestas del año 1960 en presencia del Sr. Alcalde.

Sobre una silla, Encarna, la reina de las fiestas del año 1959. El alcalde sonríe a su lado.

domingo, 9 de febrero de 2014

90.- Mocitas

La palabra mocita no es una palabra muerta, pero sí está algo moribunda. Sucede que, con el paso del tiempo, palabras y expresiones, corrientes y cotidianas en el habla popular, comienzan a usarse cada vez menos y poco a poco son sustituidas por otras que se ponen de moda. Algo así es lo que ha sucedido con mocito-a y sus parientes mozo-a, mozuelo-a, y otra denominación usada en otros tiempos para referirse a la gente joven: rapagón o rapagona.

En cuanto a mozo como criado o trabajador del campo dependiente de un amo, y moza o criada que sirve en una casa, son palabras que han ido desapareciendo de nuestro vocabulario por el simple hecho de que las viejas e injustas condiciones sociales y laborales que representaban, han sido sustituidas por relaciones laborales menos injustas y por denominaciones que no suenan tan mal: 'empleada de hogar', 'servicio doméstico'.

La palabra rapagón, rapagona ya solo se oye en la conversación de la gente mayor; El tramo de edad entre la adolescencia y la madurez queda ahora englobado dentro de la genérica palabra joven.

En Andalucía, la voz mocita o mocito, además de significar 'mujer u hombre joven', se usa con el valor de 'soltera' o 'soltero', (quedarse mocita) incluso se intensifica el valor del adjetivo cuando se dice mocita vieja; un solterón es un mocito viejo. Para referirse a la actitud que adoptan los chicos y las chicas en sus relaciones con el otro sexo al llegar a cierta edad, tenemos el precioso verbo mocear.

Para aclarar un poco lo anterior, ahí van dos coplas:

No te cases, no te cases,
estate siempre mocita,
que la rosa en el rosal
siempre está coloradita.

Las mocitas son de oro
y las casadas de plata,
las viudas son de cobre
y las viejas de hojalata.




Mocitas de Villanueva del Rosario en el año 1930. El detalle del peinado, los vestidos,
collares y adornos está en consonancia con la moda del momento.


Tres mocitas paseando por los adoquines un día de la Virgen: Verania, Elvira y Rosario.
Los vestidos, exclusivos y con adornos diferentes, eran confeccionados por ellas mismas o por alguna modista del pueblo.
Los calcetines blancos eran prendas obligatorias.


Marcela, mujer de Manolo 'Minuto' y Frasquita, mujer de Cándido 'Porras'

Trini del Gamba, Magdalena Molinilla y Rosario del Laña porteando una olla y una lata con asas por los adoquines.

Mocitas sentadas en el poyete que hay a la entrada del cuartel

Jovencitas en los años en que ya se insinuaba la minifalda: Eloísa, Rosarito, Isabelita, Mari...


Genoveva, Mari Carmen y (ahora no me sale el nombre) en plan veraniego

En pose de modelo, con falda y conjunto de punto con rebeca, junto al jardín de la La Linde:
Magdalena de Melón, Dominica de Marquitos, Lola de Cebollas 

Juanito el Rubio, con porte chulesco, sostiene con el codo a seis mocitas:
Dominica, Lola, Angelita, Anita, Mari y Sergia




De la foto del caballito han pasado a la foto de la vespa.
Lolilla de Aurelio, Lola, Encarnita, Rosalía y Rafalita


Pepa, Gloria, Mari, Anita, Auxiliadora, Rosarito, Lola...

sábado, 1 de febrero de 2014

89.- Diez fotos con comentario

En esta entrega número 89 del MURRE van diez fotografías con escenas curiosas de nuestro pueblo de las que hago un breve comentario; me gustaría que fueran ustedes, amables y pacientes seguidores de este blog, quienes dieran también su opinión acerca de esta o de cualquier otra entrada de  nuestra SAUCIPEDIA.

Foto 1

Año 1930. Un grupo de mujeres recibe un curso organizado por la casa de máquinas de coser americana SINGER. La profesora, de pie, supervisa el trabajo de las aprendientes que, como se ve, bordan a máquina unos manteles. La luz lateral, casi velazqueña, ilumina la hermosa escena presidida por el retrato del todavía rey Alfonso XIII; una cruz central y dos banderines recalcan la simetría de la sosegada composición.

Hasta no hace mucho, la máquina de coser, Singer o Alfa, era una de las piezas más preciadas en el ajuar de cualquier mujer pues, si no había dinero para pagar a una costurera, ella era la encargada de hacer o remendar la vestimenta de toda la familia. La llegada de la ropa confeccionada liberó a las amas de casa y a las abuelas de tan penosa labor. El trabajo con máquina de coser o con aguja, hilo y dedal ha desaparecido de la vida doméstica, y la juventud actual ha olvidado por completo tales faenas y casi presume de que no sabe ni pegar un botón.

Las máquinas de coser que aparecen en la foto son de las de pedal, que dejaban las manos libres para dirigir la ropa bajo la marcha acertada de la aguja que sube y baja. El sonido concertado de las piezas bien engrasadas de una máquina de coser en funcionamiento es relajante, familiar, cálido. Al mí al menos así me lo parece. Singer es palabra inglesa que en ese idioma significa 'cantante'.

Año 1930
Foto 2

Año 1943. En la plaza de abajo, la plaza España, un nutrido grupo de hombres del pueblo, entre los que se ven algunos vestidos con el uniforme de la Falange, se prepara para trasladarse a Málaga porque Franco, el general que se ha declarado hace solo cuatro años vencedor en lo que él llamó Alzamiento Nacional, viene por primera vez a la ciudad. Tres o cuatro personas miran desde un balcón de la Casa Grande a los hombres con boina roja o negra dispuestos para la marcha a bordo de dos camiones. En primer plano, algunos niños con pantalones de tirantes y desconocedores del significado del acto, miran con curiosidad a la cámara.

La casa más baja que se ve a la izquierda es donde estuvo la posada de abajo, la posada del Gamba.

Año 1943
Foto 3
Mayo de 1956. Una centuria de falangistas del pueblo, con botas de clavos, calcetas blancas, pantalón corto gris, cinturón con hebilla plateada, camisa azul con escudo y haz de flechas bordados, y boina roja, esperan formados en el Puerto de las Pedrizas el paso de la comitiva procedente de Antequera en la que viaja el general Franco para su segunda visita a Málaga.

Año 1956

Foto 4
Este es el momento en el que el coche oficial que transporta al general Franco pasa por el Puerto de las Pedrizas. Vecinos del Rosario y del Trabuco, que habían viajado en dos autobuses fletados por los respectivos ayuntamientos, saludan, aplauden y vitorean al coche cuya matrícula es una bandera de España. Por supuesto, el haiga ni se para.

Era la víspera del primero de mayo de 1956, día en el que Franco inaugurará en Málaga el Hospital Carlos de Haya y que en la explanada de la Escuela de Formación Profesional que lleva su nombre, presidirá la concentración de los falangistas españoles.

Año 1956
Foto 5
Derribada por los suelos como un gigante vencido, yace por tierra lo que queda de una encina milenaria abatida para conseguir terreno en donde sembrar más olivos. Creció durante muchos siglos en tierras de los Bosques o Bodoques, nombre de la finca que aclaro en la entrada de este blog llamada Topónimos. Esta encina tuvo nombre y los campesinos la llamaban la 'Harapona'; se necesitaban los brazos extendidos de varias personas para rodear su tronco y para derribarla tuvieron que emplear dinamita porque no había sierra capaz de cercenar tamaño tronco.

En esta foto de Pepe Repiso vemos junto a la Harapona a Antoñillo el Rubio encendiendo un cigarro y a su sobrino Paco sobre el muñón de una rama.

Cortijo de los Bosques hacia 1967

Foto 6
Instantánea en la que la máquina fotográfica de mi cuñado Bernabé congela el salto a la piscina de Manolo, Estela, Ana María, Elena y Eloísa; a la izquierda asoma el brazo de Francisco. No tiene más historia pero a mí esta imagen me resulta entrañable.

Álbum familiar hacia 1987
Foto 7
En esta foto aparecemos Juan el de la Fabriquilla, a la derecha, y yo, a la izquierda. Fue un día de puertas abiertas del colegio en el que los padres y vecinos visitaron el centro para ver lo que los alumnos hacían en clase.

Por estos años yo estaba de maestro nacional aquí, en Villanueva del Rosario, y había realizado diversas actividades con mis alumnos de la EGB. Aprovechando que la solería de la clase estaba formada por terrazos amarillos y negros, delimitamos con tiras las 64 casillas de un tablero de ajedrez; con sierras de marquetería los alumnos recortaron las 16 piezas negras y las 16 blancas e hicimos en medio de la clase un ajedrez gigante.

Organizábamos partidas en las que participaba toda la clase y muchos de mis alumnos y alumnas aprendieron a jugar al ajedrez de forma notable. Lástima que no se haya mantenido aquella iniciativa que hacía el aprendizaje algo menos árido y más divertido.

El Grupo Escolar año 1974
Foto 8
Es la parte de arriba de la plaza de la iglesia; está empedrada, no hay coches y las mujeres se han sentado en grupo al sol para coser o charlar; cada una ha traído de su casa la silla de enea. Divertidas ven cómo, en primer plano, la madre de Cristóbal Valencia, que por entonces tendría unos noventa años, prepara la 'lavaera' y el cubo con agua para lavar unos trapos. Esta mujer va vestida de negro, como lo hacían en el pueblo todas las mujeres mayores; a la cintura, el delantal, y ceñido a la cabeza el inseparable pañuelo también negro.

La plaza de la iglesia hacia  1965


Foto 9
Esto que ven no es el paisaje de una ciudad tras un bombardeo; es lo que quedó de la Casa Grande, edificio emblemático del pueblo que fue también pasto de la piqueta. Construido el año 1881 como casa particular, durante años sirvió de ayuntamiento, vivienda de municipales y de casa cuartel de la guardia civil. Estas columnas de hierro estaban colocadas en las cuatro esquinas del patio en cuyo centro había un pozo donde se recogían las aguas de lluvia y que siempre estaba lleno.

Durante años el solar fue lugar de juego de los niños y para que las mujeres de la plaza colgaran a secar la ropa en esas cuerdas que unen las columnas. Al fondo, el cerro Bastián y unos nublados que amenazan lluvia.

Ayuntamiento hacia 1966

Foto 10
El fotógrafo ha enmarcado bajo el arco el paso de la imagen de la Virgen del Rosario. Estos arcos fueron levantados siendo alcalde Rafael Navas y adornaban con sencillez y gracia los dos pasajes escalonados que unen la calle de Tedoro y los Adoquines con la calle Inés Molina. Fueron la imagen más utilizada en los prospectos turísticos que hablaban de Villanueva del Rosario como muestra de la arquitectura popular. Solo estuvieron de pie unos años ya que, cuando un vecino tenía que hacer obra en la casa a la que estaban adosados, los derribaba sin más y ninguna de las corporaciones posteriores fue capaz de exigir su reposición. Después, con el dinero de todos, se han construidos otros arcos más caros y carentes del buen gusto de aquellos.


Día de la Virgen del año 1978