Ni tanto ni tan poco. Estamos en época de sequía pero no podemos olvidar que a veces el tiempo se vuelve loco, llueve a cátaros y la riada se lo lleva todo por delante.
En septiembre hará diez años de las lluvias torrenciales que arrasaron las partes bajas del pueblo el día 28 de setiembre del 2012. Aquella mañana hice un recorrido con mi cámara y saqué estas fotos.
Lo que más me impresionó fue este enorme peñasco arrastrado por las aguas torrenciales hasta que chocó contra un árbol. Esta piedra debería haberse quedado donde estaba como testigo de lo que pueden hacer las aguas desatadas.
Cuando al día siguiente fuimos a poner una placa sobre aquella mole de muchas toneladas, los servicios operativos del ayuntamiento la habían partido y trasladados sus restos.
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| Un zapato |
Nosotros también vivimos esa riada.Tenemos el negocio en Villaneva del Trabuco a la orilla del río y no veas como se puso todo de barro.
ResponderEliminarMenos mal que no hubo que lamentar víctimas personales. La verdad que ahí no manda nadie, y el tiempo hace lo que quiere.
Paco o Don Francisco(como te llamaba cuando eras mi profesor) quiero agradecerte la labor tan bonita y tan interesante que haces. No hay nadie que le vaya mejor esa labor que a ti. Lo malo es que no haya un Paquito en todas las generaciones venideras que pudieran recordar como era su infancia, adolescencia etc.
Gracias
En tu mensaje apareces como unknown, que según dicen mis hijas, que saben inglés, significa 'desconocida'. Pero no es verdad: según tú nos conocemos porque te he dado clase en mi época trabuqueña de profesor. Los pueblos que vivimos al lado de los ríos tenemos que acostumbrarnos a estas avenidas de agua y barro. Lo que pasa es que los antiguos hicieron sus casas en las faldas de los cerros, lejos del río. El Prado, como el barrio del Arroyo del Rosario, son terrenos que les hemos robado al cauce natural de las aguas.
EliminarUn abrazo y un recuerdo amable para ti, seas quien seas, porque se ve cariño en tus palabras.