jueves, 24 de agosto de 2023

377. La primavera empieza en marzo

 Ustedes dirán: "Este Paco Álvarez ya no sabe de qué hablar y mucho menos de qué escribir. Se le acabaron las fotos, se le acabó el rollo." Pues no: hay rollo para rato.

El otro día, mirando las fotografías que yo hago (¡no van a ser todas de Repiso!) con mi máquina digital Canon, me encontré unas fotos hechas casi el mismo día de marzo de los años 2022 y 2023.

Como todos recordarán, recién entrada la primavera del año 2022, del cielo cayó barro, polvo del desierto del Sahara, la dichosa calima que puso rojas las blancas paredes de nuestro pueblo. Viendo lo que pasaba y lo que caía, me asomé a la puerta de mi casa e hice estas fotos. Era el 23 de marzo del año 2022.






El año climático empieza el 1 de octubre y termina el 30 de septiembre del siguiente año. Este año climático de 2022 al 2023, en cuanto a las lluvias, fue casi normal pues cayeron 545 litros. La lluvia de un año normal (e ideal) en nuestro pueblo gira alrededor de los 600 litros.

Justo un años después, el 25 de marzo de este año 2023, nos acercamos al Nacimiento y quedamos maravillados de cómo salían los chorros de agua entre las piedras y las raíces de las higueras silvestres. Lástima que las lluvias normales de abril, mayo, incluso junio, no llegaron y apenas nos han llovido 300 litros. El Nacimiento, las fuentes, los arroyos y los ríos sufren una de las peores sequías que yo recuerdo, y eso que nací en 1944. Y luego, para acabar de empatarla, ha llegado la calor, que no tiene cuentas de irse.










El tiempo se está volviendo loco y eso está dejando secuelas en nuestras cabezas, que no están mu allá. A mí me ha dado por buscar en el Diccionario Crítico Etimológico de Corominas y Pascual (6 tomos de mil páginas cada uno) las palabras primavera y verano. Las otras estaciones otoño e invierno no presentan complicaciones. Los que quieran saber de los líos lingüísticos, que me sigan leyendo sobre lo que he encontrado en este diccionario.

VERANO es abreviatura del latín VERANUM TEMPUS 'tiempo primaveral', derivado del latín VER, VERIS ´primavera'. Hasta el Siglo de Oro se distinguía entre verano, que entonces designaba el fin de la primavera y principio de verano, y el estío, que así era como se llamaba el resto de esta estación. En la Edad Media y aun en el Siglo de Oro verano significa 'primavera'.

En el Quijote de Cervantes tenemos la enumeración completa de las "cinco" estaciones:

Pensar que en esta vida las cosas della (de la vida) han de durar siempre en un estado (que no cambian), es pensar en lo escusado (en un imposible), antes parece que allá anda todo en redando, digo a la redonda, a la primavera sigue el verano, al verano el estío, al estío el otoño, y al otoño el invierno, y al invierno la primavera, y assí torna a andarse el tiempo.

Ojalá, digo yo, las cosas y el mundo vuelvan a su andadura normal: en invierno frío y heladas; en primavera, lluvias y mejor orilla; en verano, calor y ninguna lluvia; y en otoño, vuelta al fresco, a las nubes, a las lluvias al viento, que nos trae el aire con ese olor a tierra mojada.



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