jueves, 8 de noviembre de 2012

9.- Sacar el agosto



Fotografías tomadas por José Nateras a mediados de los años 20 del siglo pasado


La siega junto al Guadalhorce

Trillando en las eras de los llanos



 
Aventando en las eras de abajo



Tradicionalmente en los campos de nuestro pueblo, aparte de los olivares que cubren la mayor parte de término y algunas fanegas dedicadas a los garbanzos o la matalahúga, lo que más se sembraba eran los cereales, trigo o cebada.
Hasta la llegada de la maquinaria agrícola, todas las faenas de siembra, abonado, eliminación de hierbas y recolección habían de hacerse a mano; coincidiendo con la época de más calor llegaba el momento de cosechar lo sembrado, ‘sacar el agosto’, que requería las labores más duras y fatigosas.
En primer lugar el segador, tocado con un sombrero, iba cortando con la hoz haces de trigo o cebada con los que formaba las gavillas; éstas se barcinaban a lomos de las caballerías, sujetas con cuerdas sobre las angarillas, hasta la era donde se extendían sobre el empedrado para formar la parva. Los cascos de los mulos y las ruedas de los rulos trillaban el trigo o la cebada hasta conseguir que el grano se separase de las espigas. Por las tardes, cuando corría el viento, se aventaba la parva con bieldos y palas hasta conseguir que quedase a un lado el tamo y la paja,  y  a otro los granos ya limpios. Una vez amontonado el grano, se medía por fanegas o cuartillas y se iba metiendo en costales para llevarlos hasta las cámaras de las casas donde se vaciaban en los ‘atrojes’.
La paja se guardaba en los pajares y servía de alimentación para el ganado.
Las máquinas trilladoras primero y las cosechadoras después, que hacen todas estas labores en pocos minutos y sin apenas esfuerzo humano, han liberado al hombre de este trabajo tan duro y sacrificado.
De aquellas labores ya sólo queda el recuerdo en la memoria de los mayores. Los aperos sirven de adorno en las casas o son piezas de museo etnográfico. Estas imágenes sirvan de recuerdo de aquellos duros tiempos.


Fotografías tomadas por José Repiso y por mí hace ya unas décadas


Segando el trigo


Los hijos de Celestino en la barcina


Frasquito el de las Fresnedas trillando


Una trilladora mecánica en los setenta


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