En esta nueva entrada sobre nuestra forma de hablar no
me voy a fijar en verbos ni en nombres sino en los adjetivos, palabras que en
toda lengua concentran buena parte de la afectividad del hablante. El valor
expresivo de los adjetivos que aparecen en el habla coloquial nace del uso
figurado que de ellos se hace a partir de las connotaciones positivas o
negativas que algunas palabras conllevan.
Cuando una mujer, al borde de un ataque de nervios,
dice a su marido, a su hijo o a quien sea aquello de “Me tienes frita y
achicharrá”, hace hincapié en los dos adjetivos que expresan con toda claridad
su estado de ánimo.
En las encuestas de la investigación dialectal, las
preguntas que se hacen a los informantes se centran sobre todo en los objetos y
las acciones, es decir, se buscan las posibles variantes que puede haber entre
los nombres que se dan a las cosas así como en las acciones expresadas por los
verbos.
Para elaborar el Atlas Lingüístico y Etnográfico de
Andalucía (ALEA), los profesores Manuel Alvar, Antonio Llorente (ambos
profesores míos en Granada) y Gregorio Salvador recorrieron cientos de pueblos
andaluces haciendo preguntas, indagando peculiaridades fonéticas y creando una
obra que sigue vigente después de más de setenta años. Una de las preguntas que
se les hacía a todas las personas encuestadas en cada una de las localidades
seleccionadas era esta:
¿Cómo se
llama el chisme de hierro con el que se remueve el brasero?
Dependiendo de las zonas, se recogieron las siguientes
respuestas: badila, pala, palilla, paleta, paletilla, raserilla y rasera. Aquí,
en Villanueva del Rosario, el nombre de este utensilio que usamos para remover
el braseo es el de paleta y también
el diminutivo paletilla.
Pero no vamos a hablar ni de verbos ni de nombres; como
estamos en la E, hablemos de
adjetivos que empiezan por esta vocal.
Empachoso es el individuo cargante, pesado, que se pasa en los
halagos.
Para indicar que una persona, por las razones que
sean, está seria y enfadada, el habla coloquial de nuestro pueblo dispone de
una rica variedad de adjetivos: embotijao, enfollinao, de
jopo empinao, encapullao…
Para referirse al individuo dominado por el detestable
vicio de la avaricia, la lengua ha creado diversas voces que lo descalifican: encogío, agarrao, engorruñao, engorrumío,
en definitiva, es de esos que no dan ni
los buenos días.
Otro tanto sucede con la idea de que alguien anda,
corre o se comporta de forma alocada: esarbolao,
esarmentao, esatentao, esbanderillao,
escalabasao, escalzonao…
Ennoviao está el jovenzuelo que ha perdido los guarros por la
novia; a esta edad lo más frecuente es que esté además esté enruchao, como un rucho salido. Y el que se toma una feria en serio
y no se pierde ocasión de pasarlo bien, está enferiao, si bien el esfuerzo le pasará factura y lo más fácil es
que termine esjuarrillao y con los
tobillos esfolillaos.
Cuando alguien, por la cuenta que le trae, no se fía
ni de su sombra, está esollispao, de
la misma manera que se dice (e)soseío
del que está inquieto, nervioso, obsesionado con algo.
El diccionario dice que escalicharse es lo que les
sucede a las paredes encaladas cuando se les cae la cal, pero de alguien que
presenta un aspecto raquítico, endeble o delgado también decimos que está escalichao y, si es una mujer, escalichá. Y cuando uno no ha comido
nada en todo el día por trabajo o por lo que sea, está escasío.
Y basta por hoy, que os conozco, que estáis esperando las fotos.
Hola amigos y paisanos.Me he repasado el vocabulario ,parece mentira son tantas palabras o adjetivos que están en la memoria ,sinceramente el leerlos es bonito recordarlos, a mi me pasa que muchas veces hablando me salen sin querer ,porque están gravadas en la memoria .El otro día, cuando vi que estaba nevando por nuestra comarca ,me vino a la memoria ,que mis padres siempre me decían,que cuando yo nací cayo una gran nevada fue en el año 1954 los mas mayores seguro que lo recordaran.Bueno abrigaros para que no os quedéis (ARRESIOS) un fuerte abrazo de este sauceeño de pura rasa.
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