sábado, 28 de noviembre de 2015

202.- El hogar de los jubilados

En 2015 publiqué esta entrada que fui actualizando con nuevas fotos. El motivo de estos comentarios sobre el Hogar del Jubilado es que a esta institución le corre mal aire: los miembros somos pocos; no se incorporan nuevos clientes; el negocio es ruinoso (hay día que se venden 20 cafés), José María, el encargado, tiene que pagar como autónomo (300 euros al mes); el ayuntamiento podría implicarse más... Sería una pena que los viejos que no queremos estar todo el día sentados en la La Linde o en la Fuente Vieja, no tuviéramos donde echar un rato en una actividad, jugar una partida al dómino que además es bueno para la cabeza y para la memoria.

Entrada de 2015
Entre los servicios que han de ofrecer los ayuntamientos para el bienestar de sus vecinos, está el de proveer de un lugar en el que los viejos (dejémonos de eufemismos como mayores o los de la tercera edad) puedan reunirse, echar una partida al dominó o charlar con los amigos. En nuestro pueblo también hay dos sitios en los que habitualmente se reúnen los hombres para hablar de sus cosas o de las cosas de los demás. Estos espacios abiertos y soleados son La Linde (La Moncloa) y La Fuente Vieja.

Antes de la creación del Hogar del Jubilado, inicialmente patrocinado por la Caja de Ahorros de Antequera, existió el teleclub, invento del ministro Fraga Iribarne para promocionar la 'cultura' televisiva entre los ciudadanos que no tenían televisor en su casa.

Desde el año 1991 el Hogar de los Jubilados está instalado en los bajos del edificio del reloj, en la plaza de la iglesia. Ha tenido varios encargados pero el que más tiempo se ha mantuvo en el puesto fue Miguel 'Veleta'. De aquella época no tengo ninguna fotografía.


Inauguración del teleclub, situado en la calle Queipo de Llano, en la actualidad calle 1º de Mayo.
El alcalde era Manuel 'El practicante'.


Luego añadí diversas fotos con vecinos del pueblo, jubilados, jugando (o viendo jugar) al dominó.





Esta foto la tomé hace ya unos años. Eran Pepe Follones, Antonio 'el Pastelero', Pepe 'Solano' y Cristóbal 'el Rubio'.

 En las siguientes fotografías, muchos de los que aparecen ya no están con nosotros.






El que toma café junto a la ventana era Paco 'el Gregorito'.










La joven pareja que, durante unos años, fue la encargada del Hogar de los Jubilados.

El jugo del dominó tiene su propia fraseología de la que hablaremos en otro momento.

El 3 de mayo del 2022, después del cierre a causa de la pandemia, añadí nuevas fotos de fechas diferentes en los que aparecemos los clientes habituales y José María, el que entonces era el encargado y sufridor del cotarro.
El desorden de las fechas en que tomé las fotografías es evidente, pues en las últimas fotografías estamos todos con la mascarilla puesta.
























sábado, 21 de noviembre de 2015

201.- Prohibido

En esta entrega del MURRE de hoy solo muestro dos fotos con sendos comentarios; las fotografías fueron tomadas, una en Barcelona y otra en el Rosario, las dos delante de un cartel en que se prohíbe.

Miren la primera foto.


Vemos un agitado grupo de jóvenes saucedeños recién llegados a Cataluña. Por la vestimenta se deduce que es un día de descanso, pues se han puesto sus mejores galas; han ido a retratarse delante de un cartel en el que se avisa tajantemente y en castellano que en ese lugar está absolutamente reservado el derecho de admisión. El que más abajo se diga que lo que no pueden entrar o estacionar sean vehículos, a estos paisanos nuestros les trae sin cuidado. Con un gesto claro de desobediencia, señalan hacia aquellas letras tan grandes y hacen burla de cartel y de lo que dice, riéndose a más no poder.

Hay que hacer un estudio sobre lo que supuso la salida en los años sesenta del pasado siglo, de casi la tercera parte de los habitantes de nuestro pueblo. Aquí estaban las cosas muy mal. pero allí tampoco sus vidas fueron fáciles y cada familia vivió su propio drama.

Me gustaría que me ayudasen a identificar a los siete de la foto; del último, que está a la derecha solo se le ve un brazo y una pierna. Por la izquierda reconozco a Juan (Feodoble) y a José Antonio (Terrizo). El quinto, con melena y pantalones acampanados, me parece que es El Mandi, pero no estoy seguro. Quien sepa la identidad de los otros puede escribirme a mi correo: fjacuriel@hotmail.es

Miren ahora la segunda fotografía.


Esta foto se tomaría hacia 1968 un sábado a la hora del paseo por los adoquines y de las copas en alguno de los numerosos bares del Sauceo:  La Fonda, El Correo, Barquillero, Rafalito, Alpargatas...

En ella aparezco yo, Eloísa, mi madre, mis hermanos Pepe y Mari Carmen, mi cuñada Juanita con Belén en brazos. En los cochecitos están María Jesús y Juan Francisco. Nos hemos parado frente a La Fonda, lo que ahora es La Alacena. Pues bien, para vuestra información, todos (nosotros, los que están de espaldas, el padre de Antonio Aguilera, al que apenas se ve a la derecha) todos estábamos infringiendo una normativa municipal y por lo tanto expuestos a que nos pusieran una multa. Para saber la solución sigan leyendo.

En el centro de la fotografía, en la parte de arriba, justo encima de la cabeza de mi hermano Pepe, se ve parte de un cartel con letras negras sobre fondo blanco. Reconstruyo lo que dice porque estuvo allí durante varios años:

Prohibido
el estacionamiento
de personas
y toda clase
de vehículos

Que se prohíba estacionar coches, vale; pero que también se prohibiera a las personas 'estacionarse' en aquel lugar resulta chocante. Pero la cosa tenía su historia.

Durante muchos años, en el pueblo los obreros del campo salían cada atardecer para ver si alguno de los aperadores de las principales fincas (Los Bosques, El Tardón, Las Lomas de Muriel...) los llamaban para trabajar al día siguiente; a esa espera (a veces desesperada) la llamaban 'hacer la plaza'. En efecto, los obreros empezaron a reunirse primero en la plaza de abajo, luego en la de la iglesia, también en los Cuatro Cantillos y, finalmente, en la puerta del bar de la Fonda. Cientos de personas paradas durante horas en aquel cruce de calles entorpecían el paso de la gente, sobre todo de las mujeres, a las que les daba reparo cruzar entre tanto hombre. A causa de la prohibición que indicaba el cartel, aquellas 'manifestaciones' de hombres buscando trabajo se vieron obligadas a hacerse de nuevo en la plaza de la iglesia.

Los que vivieron aquellos duros años recordarán cómo muchas noches los hombres volvían a casa sabiendo que al día siguiente no iban a trabajar y, por lo tanto, no cobrarían la peonada que tanta falta les hacía. Otros, con más suerte, iban a sus casas y les decían a su mujer que mañana tenía trabajo; entonces, aquella mujer cogía la cesta y se iba a comprar a la tienda, que por entonces cerraban sobre las once de la noche, y compraba lo necesario para prepararle la talega (la comida) a su marido.

Estas durísimas penurias económicas fueron las que empujaron a tanta gente a abandonar nuestro pueblo y emigrar a Cataluña, a Francia, a Alemania o a Australia.

domingo, 15 de noviembre de 2015

200.- Inauguración casas baratas

El año 1959 fueron inauguradas 54 viviendas sociales (las casas baratas) en un acto que fue presidido por los representantes de la diputación de Málaga y el alcalde del pueblo, Juan Molina Díaz. Estas viviendas sociales fueron construidas en los terrenos por los que el pueblo comenzaría su expansión hacia el cruce de carreteras y Los Llanos a partir de los años sesenta del siglo pasado.


Los tres bloque de viviendas que se ven en la parte de arriba de la foto (una construida y dos en obra) fueron las primeras casas baratas del pueblo, aunque luego serían adjudicadas a particulares sin tener en cuenta la función social de las mismas.



El alcalde, los políticos venidos de Málaga y algunos vecinos rodean al párroco José María Astorga en el momento en que bendice las viviendas inauguradas.

Por una calle que aún está en obras, la comitiva comienza su recorrido por la barriada recién inaugurada.


A las seis calles que conforman las 54 viviendas se les dieron estos nombres:

Calle San Isidro por ser el patrón de los agricultores y ganaderos.
Calle Padre Gutiérrez en memoria de un sacerdote que fue párroco del pueblo.
Calle Sidi Ifni, nombre árabe de la antigua colonia española en las costas de África donde por aquellos años tuvo lugar una guerra contra los partidarios de la independencia, enfrentamientos en los que murieron muchos soldados españoles.
Calle doctor Fleming en homenaje al inventor de la penicilina.
Calle Virgen de Gracia por ser la patrona de la comarca de Archidona.
Calle teniente alcalde Diego Navas, en recuerdo de un ilustre vecino, abogado y autor, junto a José Nateras, de la Historia de Villanueva del Rosario.
Estos dos bloques eran viviendas familiares de dos plantas y tenían en la parte trasera un pequeño patio, patio que con el tiempo fue cubierto dando así más amplitud a las casas.


En las fotos siguientes se ven las autoridades y los acompañantes en su recorrido por el pueblo y sus alrededores. Haciendo un esfuerzo visual y de memoria a ver si podemos averiguar quiénes son los que aparecen en las fotos después de los más de sesenta años transcurridos.



Detalle de los pantalones (calzones, decíamos) de Diego 'Caliche'. No se tiraba nada; cualquier rotura tenía arreglo.


La última foto en blanco y negro corresponde al momento en el que el grupo de políticos, autoridades e invitados toman un refrigerio (con cerveza Victoria y embutidos) en el salón de plenos del ayuntamiento.


Las fotos en color las tomé el sábado 14 de noviembre del 2015 y en ellas se ven algunos cambios de los que se han hecho en las casas baratas y sus alrededores.


Obras de pavimentación en calle Diego Navas.

La calle en obras y las blanduras de otoño en el Chamizo.

Zona recientemente ajardinada.

Vista de la cuidada calle Doctor Fleming

Parque infantil y zona de descanso recién construidos.


En el frontal de una de las viviendas se pusieron unos azulejos en la que se informaba de la entidad que había promovido su construcción. Como aparecía algún símbolo franquista, al llegar la democracia a alguien se le ocurrió la idea de blanquear el rótulo para ocultarlo. Cuando se acabe de caer la pintura podremos enterarnos de lo que allí se dice.