Aunque este blog está dedicado a Villanueva del Rosario y su gente, desde siempre hemos tenido una especial relación con esta pequeña población, una pedanía de Antequera, cuyos habitantes son conocidos como los 'castilleros'. Era obligatorio, casi como en san Marcos, acudir a Cauche el día de la Cruz de mayo, bailar con la orquesta Torcal, beber en el improvisado bar que montaba Rafalito Julián y ver a las marquesas, dos hermanas, vestidas de negro, poco comunicativas y más bien poco agraciadas, a las que todo el mundo quería saludar.
Últimamente se habla mucho de este poblado, de su relación con el marquesado y de la dependencia prácticamente medieval que durante siglos sus habitantes han tenido con los dueños de las tierras y de sus casas, y de los tributos que habían de pagar a los señores marqueses o señoras marquesas de turno. Hasta se ha hecho un documental que ha tenido mucho éxito.
Si os metéis en internet, todo este asunto del marquesado y de Villanueva de Cauche queda bastante bien explicado. Pero el caso es que antes de que existieran las redes, hice un trabajo de investigación sobre este asunto junto con Pepe Repiso y su cámara, me entrevisté con la marquesa en su casa de Málaga y publiqué un artículo en el diario SUR. Esto fue el año 1987 cuando poca gente hablaba ni sabía de esta historia.
Hoy os va a tocar leer. Todo no va a ser disfraces, toros, reinas y fotografías de mocitas en el puente. He escaneado el artículo y tal cual os lo muestro. A ver cómo os las arregláis para leer estas letras tan chicas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario