Eran los años en los que la imagen de la Virgen del Rosario se llevaba en romería hasta el mismo Nacimiento. Es agosto, hace calor, el campo está seco y los peregrinos suben a pie el pecho que lleva a la ermita. Detrás, los caballistas dan ese tono equino y festivo. Santiago, el cura, está en todo.
Paqui Ortigosa hizo las fotos que aquí os muestro.
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