viernes, 7 de junio de 2013

48.- Las escuelas rurales

Las escuelas rurales de la provincia de Málaga fueron creadas a mediados de los años cincuenta del siglo pasado por el obispo Ángel Herrera Oria, para sacar del atraso y del analfabetismo a muchos millares de niños sin escolarizar porque vivían en cortijos y diseminados lejos de los centros de enseñanza. Eran escuelas capillas por lo que cumplían a la vez dos funciones: facilitar la formación religiosa y proporcionar una educación primaria. El maestro y la maestra se convertían en una especie de misionero en parajes aislados y con graves carencias de las necesidades más básicas.


El cardenal Herrera Oria, creador de las escuelas rurales, conversa
con algunos seminaristas. El último por la derecha de la foto soy yo.

La escuela de La Venta de Adolfo

Antes de la creación de las Escuelas Capillas, existía una escuela rural del Estado que atendía a los alumnos del entorno: Venta, Carboneras, Parroso, Cerro Limón. Estaba instalada en la planta alta del molino de la Venta Adolfo, que luego fue molino de Huevos y, originariamente, Molino Mambrú.

Años 1933. Alumnos de la escuela de La Venta. La maestra dela foto era doña Enriqueta Frías.


Esto es lo que quedaba el año 2013 del molino, de la venta y de la escuela.

Las escuelas rurales

Se crearon 250 escuelas rurales en toda la provincia; en el pueblo fueron tres las cortijadas que contaron con este recurso educativo: Cerro Limón, Las Carboneras y La Tosquilla y estuvieron en funcionamiento hasta finales de los sesenta. La decadencia de estas escuelas-capillas fue motivada por el hecho de que en estos años se produjo un fenómeno social que cambió y trastocó la vida de Villanueva del Rosario, y fue la emigración. Cerca de mil quinientas personas, el treinta por ciento del censo, partieron al extranjero y a otras regiones españolas, sobre todo Cataluña, en busca de mejores perspectivas económicas. Al mismo tiempo, las familias que malvivían en el campo, en una situación francamente precaria, se vinieron a vivir al pueblo, abandonando los campos y cerrando cortijos y viviendas que poco a poco se convirtieron en ruinas.

Las Casillas del Río o Tosquilla Baja. Año 1986

Aspecto ruinoso que presentaba La Tosquilla Alta el año 1986. Ya no queda nada.
Se conserva el aljibe donde se recoge el manantial de las agua medicinales.

Fue así como estas escuelas, al quedarse sin niños a los que atender, tuvieron que ser cerradas y, más tarde, vendidas a particulares que las han convertido en su segunda vivienda.
Fueron varias las maestras (Ana María Matute, Rosarito 'Finita', Rosario 'Pizarra'...) que durante aquellos duros años ejercieron una admirable labor de enseñanza y de atención en aquellas cortijadas aisladas, sin luz eléctrica, sin agua corriente, sin  caminos en condiciones y con un salario escaso.
Para hacerse una idea del atraso en el que vivían por aquel tiempo varios centenares de vecinos en la Tosquilla, baste contar que cuando un día del mayo del año 1954 aparecieron por la curva de la vereda que da vista a la cortijada el cura, una pareja de guardias civiles y algunas personas del obispado que venían a visitar y conocer el lugar en el que se iba a construir la escuela rural, cundió el pánico entre los aterrados habitantes de la Tosquilla; grandes y chicos, se desperdigaron por el campo, se escondieron detrás de los matojos y hubo algunos que se metieron en el río para no ser visto: creían que aquellos visitantes eran los comisionados que venían a cobrar los impuestos.

Desgraciadamente son pocas las imágenes que se conservan de aquellos años, hace más de cincuenta. Las que muestro creo que son todas de Las Carboneras.

Rosarito, la maestra, con sus alumnos y alumnas, hacia el año 1958.

Niños y niñas de las escuela de Las Carboneras el día de su primera comunión en el patio del Grupo Escolar.

Mi hermano Pepe, don José María Astorga, Rosarito y cuatro niños de comunión.
Año 1960 

Ana María Matute con niños y niñas de Las Carboneras y cortijos cercanos.

Tomando el chocolate.

Fiesta de comunión.





Abuelas, madres y nietos con Ana María Matute en la puerta de la escuela hacia 1960.

Las mocitas del lugar, con sus mejores galas y el pañuelo a la cabeza.

Fiesta de comunión, quizás en La Tosquilla.

Conjunto musical en una fiesta de la escuela.

Rosarito con los mozos y mozas en Las Carboneras.


  En 2013 hice estas fotografías de las escuelas, hoy convertidas en viviendas particulares.


Escuela capilla del Cerro Limón en la actualidad.

Escuela de Las Carboneras. Es la única que conserva la espadaña con la campana.


Escuela rural de La Tosquilla.

1 comentario:

  1. Amigo Paco, dentro de este tema de las escuelas rurales, puedo añadir que yo también, junto a mi familia tuvimos que emigrar fuera del pueblo, en nuestro caso dentro de la misma provincia de Málaga, a Arroyo de la Miel y que aquí asistí a una escuela rural llamada "escuela rural Inmaculada Concepción". Aunque este "barrio" de Benalmádena no era una cortijada, pero casi.

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