sábado, 19 de julio de 2014

118.- Bailando agarrado

El baile agarrado hizo furor en toda España en los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado. En aquella época de tantas restricciones en todos los sentidos, una de las pocas ocasiones en las que las parejas podían arrimar sus cuerpos sin escandalizar demasiado era cuando la orquesta tocaba bailes lentos o agarrados.

Los bailes o juegos que tradicionalmente se hacían en las casas, lo más que se podían tocarse las parejas eran las manos o la cintura, y siempre bajo la minuciosa supervisión de madres, tías y abuelas que observaban a los danzantes sentadas en sus sillas.

Eran los tiempos del nacional catolicismo; los obispos y los curas condenaban los bailes agarrados (los peores eran el tango y el foxtrot) por lascivos y pecaminosos pues atentaban gravemente contra la moral impuestas.

Cuando yo era monaguillo pude comprobar cómo el párroco le negaba la comunión a alguna feligresa, pues se había enterado de que la noche anterior hubo verbena y aquella oveja descarriada había bailado agarrada con un hombre.

(Si alguien quiere saber más sobre lo que pensaba la iglesia de este baile sensual, que consulte en internet con la entrada: cardenal Segura baile agarrado. Para intentar arrinconar el baile agarrado, este 'bendito' arzobispo de Sevilla fue el impulsor de un baile folclórico que luego ha tendido una enorme difusión: las sevillanas. Y todo porque en este baile aparentemente ingenuo las parejas se acercan, dan vueltas, mueven brazos y piernas pero no se tocan.)

Gracias al turismo y a una cierta apertura del régimen franquista, en los años sesenta se inicia una nueva época para los jóvenes, que organizan guateques con el tocadiscos en casas particulares y se tiran de cabeza a los nuevos bailes importados, ruidosos y gimnásticos como el twist, el rock and roll, o la yenca.


Antonio el Rubio ¿y?

Loli Cebollas, Rosalía y su hermano Antonio, Anita Cano y Juanito el Rubio.

Paquita y su primo Hipólito

Eloísa y Paco (yo)

Miguelín e Isabelita, Magdalena y Julio Mejías

Rodolfo, Elia, José Antonio Gaona, Encarna Mérida, Pepe Tedoro

Paquita y Cristóbal

Angelia y El Marino, Paquita y Juan (Fino)

Juan Díaz, Mari Arjona

Lola Cebollas, Loli del Electricista, Mari Tedora, Loli de don Luis

Un día de carnaval con serpentinas y haciendo el trenecito.

Herminia y Pepe Herrero

Rosarito Molina y Eloísa





5 comentarios:

  1. Juan Alvarez Caro24 de julio de 2014, 6:22
    Hola a todos los seguidores del blog,como han cambiado los tiempos , yo soy de la opinión de que cada uno baile como quiera .A mi abuelo Juan Bautista si que le gustaban los bailes y a mi madre también, tenia a quien parecerse Hasta otro día un saludo.

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    E

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  4. Empanzado por las fotos de abajo,la segunda donde se ven bailando la HERMINIA y Pepe Herrero , por detrás a la izquierda creo que es mi padre Antonio Muñoz (el Avispero,jiii

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