132.- El matadero y el almacén del trigo.

La construcción del Matadero Municipal el año 1960 del pasado siglo obedeció a un intento de las autoridades de poner orden, control e higiene en la matanza de animales (cerdo, corderos, chivos…) para el consumo doméstico y que, tradicionalmente, se hacía (y se siguen haciendo) en las casas particulares. El matadero fue uno de los muchos logros del entonces alcalde del pueblo y diputado provincial, Juan Molina Díaz. Como ya dijimos en la entrada que dedicamos a este alcalde, durante los años que duró su mandato se hicieron en el pueblo obras y servicios que modernizaron la vida de los saucedeños: el matadero, un mercado municipal, ampliación del cementerio, cuartel de la guardia civil, almacén granero, red de agua potable, red de alcantarillado y saneamiento, pavimentación de calles… El pueblo contaba entonces con un extraordinario equipo de maestros de obras y albañiles: Godoy padre, Paco y Antonio Godoy, Paco Nateras Rodríguez, Francisco Ortigosa  Alcalá, David Godoy Corrales, Antonio Palma Gallardo…

Lo que pretendía ser un lugar en el que se sacrificarían animales, sirvió de todo menos de matadero; en efecto, el magnífico edificio y el gran patio cerrado situado en la parte trasera fueron, durante varios años, escuela, ayuntamiento, teleclub, plaza de toros, lugar para conciertos, campo de fútbol, lugar cerrado para prácticas de la autoescuela de conductores noveles, tiro al plato...

Cuando más tarde otras autoridades municipales decidieron  derribar aquel conjunto, en el solar resultante tuvieron el acierto de diseñar un amplio espacio en el que están situados algunos servicios esenciales para el pueblo: edificio múltiple, urgencias, centro médico, plaza de Andalucía.

El robusto y cercano edificio construido en los mismos años para Almacén Nacional del Trigo, una vez  perdida  su función original, no debe ser demolido sino que, adaptado, puede servir para albergar al menos otras dos dependencias culturales que aún necesita el pueblo: museo y sala de exposiciones.

Para situar los lugares y edificios de los que hablamos, lo mejor es que muestre algunas fotos.

La primera fue hecha en los años treinta desde una de las eras. En esta foto se ve, con el fondo inmutable de la sierra, el casco antiguo del pueblo, en el que destaca el bloque blanco de la Casa Grande en el centro, y las últimas casas que llegaban hasta La Linde. Ni siquiera se ve que esté construida la carretera.

En la fotografía siguiente, tomada hacia 1954, un grupo de personas, entre las que se ven las autoridades del pueblo, acompañan al torero malagueño Manolo Segura que va a celebrar una corrida en las fiestas del día de la Virgen de este año.

El interés de la foto, tomada aproximadamente desde el lugar que ahora ocupa la Farmacia, es que en ella se ven los terrenos donde años después se construirá el Matadero y el Almacén. Al fondo se divisan Las Delicias, la Huerta Africana y el Cortijo Blanco. Y más allá, los puertos de Las Pedrizas y Las Fresnedas.

Las cuatro fotos siguientes nos muestran el momento de la colocación de la primera piedra del futuro Matadero Municipal.

El sacerdote don José María Astorga, los monaguillos, mi hermano Pepe, el alcalde Juan Molina, el comandante de puesto, las autoridades malagueñas, el médico, y todos los asistentes son recogidos por el fotógrafo Antonio Rama, el encargado de inmortalizar el acto. Al fondo asoma el tejado del Grupo Escolar.











Vista del Matadero ya terminado y del Almacén del Trigo, todavía en construcción. Estamos en el año 1960 aproximadamente. En la carretera, un carril pedregoso, no hay vehículos; solo los excrementos del algún mulo que ha pasado no hace mucho.

Foto desde el Cerro Bastián, en la que se ve el Almacén del Trigo, Matadero y el campo de fútbol en la haza de Matapollos con futbolistas practicando su afición. El campo era en pendiente; menos mal que había dos tiempos.

Obras de ampliación de la carretera y desmonte para nuevas construcciones.

Detrás de la furgoneta se ve el Almacén del Trigo ya terminado.

El Pegaso de Dionisio cargando la tierra de un desmonte.

Vista de la entrada al pueblo tal como estaba hacia los años sesenta del siglo XX.