La sociedad secreta “La Mosca” de Villanueva del Rosario y la
revolución de Loja de 1861
A finales de junio de 1861 se produce un levantamiento de campesinos
en el que los habitantes de nuestro pueblo van a tener una decisiva
participación. Este movimiento revolucionario, de carácter republicano,
democrático y reivindicativo fue promovido desde sus orígenes por el
veterinario de Loja Pérez del Álamo, quien se apoyó en el descontento de la
población y en los abusos del poder para constituir una sociedad secreta que
arraigó profundamente en los pueblos colindantes con la provincia de Granada y
que tuvo su centro en Antequera. El levantamiento duró pocos días ya que fue
sofocado rápidamente por las tropas de Isabel II al no sumarse a la insurrección
otras localidades que previamente se habían comprometido.
El origen de esta protesta se había fraguado en el descontento de los
campesinos por la carestía del pan, la escasez de granos y alimentos, y por el
continuo aumento de arbitrios y consumos. Los partidarios de cambiar aquel
estado de cosas, dirigidos por Pérez del Álamo y otros demócratas de Loja, se
agruparon en sociedades perfectamente organizadas y sigilosamente guardadas, de
tal forma que el Gobierno sólo tuvo información de ellas hasta pocas fechas
antes del levantamiento. Pronto extendió sus redes por las provincias de
Granada, Málaga, Córdoba y Jaén, y llegó a tener unos 54.000 afiliados. Las
promesas que se hacían, si la revolución triunfaba, eran, entre otras, las de
repartir las tierras a los jornaleros, anulación de las contribuciones sobre el
consumo y la supresión de las quintas.
En Villanueva del Rosario esta sociedad secreta, entre masónica,
humanitaria y política, recibió el nombre en clave de “La Mosca”, y sus
componentes se valían de contraseñas para evitar el ser reconocidos y que sus
actividades trascendieran a las autoridades o a otras personas que no
participaban de estas ideas revolucionarias. Para hacernos una idea del carácter
reservado y misterioso de “La Mosca” citamos la anécdota que nos cuentan Diego
Navas y José Nateras en su libro:
"Esta
organización procedía con gran sigilo para celebrar sus reuniones o
transmitirse noticias, llegando a amenazar de muerte al socio que cometiese la
indiscreción de transmitir algún acuerdo o noticia referente a la misma a
personas extrañas no pertenecientes a ella, dándose el caso de que un joven,
hijo de un afiliado conocido por Facundo, habiendo adquirido noticias de más o
menos importancia, y comunicado a otras personas, como quiera que llegara a
conocimiento de varios individuos de la sociedad, y de acuerdo con el padre de
dicho joven, hicieron una fosa en el cementerio y, luego de conducir al
referido mozo a dicho lugar, hiciéronle creer que allí lo iban a enterrar. Por
fin, después de algunas incidencias, le perdonaron la vida, pero fue tanto el
disgusto que sufrió y tan grande la indignación que sintió hacia su padre por
haberse prestado a aquella comedia, que se marchó del pueblo, no volviendo a
aparecer por el mismo, aunque tiempo después se tuvieron noticias de su
existencia."
Con los ánimos exaltados y llevando con gran secreto todos los
preparativos, se produce el levantamiento, coincidiendo con los primeros días
del verano de 1861. Sobre el desarrollo y desenlace de este movimiento
revolucionario existe abundante y puntual documentación. Nosotros nos
atendremos a lo que el historiador malagueño Antonio Nadal dice acerca de
dichos hechos:
"El 30 de junio
se levantan partidas demócratas en Villanueva del Rosario, Villanueva del
Trabuco y casi todos los pueblos que lindan con la provincia de Granada, parte
de los cuales se une a Pérez del Álamo en su marcha hacia Iznájar y después
hacia Loja, mientras que otras recorren la zona. El 4 de julio, declarada la
ciudad (de Málaga) en estado de sitio, aparece un bando en el que el gobernador
(Antonio Guerola) manifiesta que los sucesos de Loja son un hecho aislado en el
país. Se va sabiendo que nuevos pueblos se han levantado a favor de la
República. Este mismo día, el General Serrano entra en Loja, poniendo en fuga a
Pérez. No cesan de llegar cuerdas de presos a la ciudad de Málaga. En sucesivos
bandos anuncia el gobernador que los paisanos que rodean Málaga han sido
rechazados y que una columna militar había derrotado a las fuerzas republicanas
en Casabermeja y que se procede a la detención de sospechosos..."
La desbandada fue general, y los de nuestro pueblo, que habían llegado
hasta las inmediaciones de Casabermeja, se dispersaron, escondieron sus armas
en la sierra y allí permanecieron huidos durante algún tiempo; mientras, los
cabecillas fueron perseguidos, encarcelados y sometidos a juicios sumarísimos,
si bien fueron finalmente indultados. No así uno de Alfarnate, que fue de los
más exaltados, a quien ajusticiaron dándole garrote vil.
El escarmiento surtió efecto, y no se tiene noticia de que vecinos
nuestros participasen en más intentonas golpistas o revolucionarias a pesar de
los graves y continuos momentos tensos que España vivió en el último tercio del
siglo XIX.
Que historia tan interesante y que par de eso que tenían si señor ,la mosca que curioso ,ahora con 61 año me entero de todo esto, que valiente que eran nuestros antepasados ejemplo a seguir, por eso hay que seguir su ejemplo digno de admirar que valientes estamos hablando del 1861 casi na .Paquito gracias por aportar tanta información ,los PEDRINES sois especiales estoy orgulloso de ser Álvarez tambien un fuerte abrazo.
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